Azul y Gris.

¿Suerte? ¿que es eso?

Que ocurriría, que tenia ella que me hipnotiza. La chica me miraba fijamente, lo cual no me ponía nervioso.

-¿Como te llamas?

-Emm, Leo ¿y tu?

-Camila. ¿Nos conocemos?

-No, no lo creo. Un gusto.- solté una leve risa.

-Igualmente - dijo en tono refinado, luego soltó una carcajada al igual que yo.

-Entonces.... Te gusta Harry Potter por lo que veo.

-Si, me encanta.

-Que bien, a mi igual.

Me quede callado al igual que ella, hasta que abrió su boca y pronunció unas palabras que jamás olvidaré.

-¿Quieres coger?

Me quede observándola anonadado, quien imaginaria que una chica tan linda diría ese tipo de cosas, y a un desconocido.

-¿Perdón? - dije impactado.

-Que si quieres coger. Ya sabes... Tirar, culiar, fornicar o como le digas. - me sonrió con picardía. Yo aún estaba sin palabras, mi cara lo decía todo.

No sabía que responder, pero el innegable deseo de verla de tal forma me invadía. ¿Que se sentía estar con una chica?, una parte de mi decía "cogetela", y la otra..... decía lo mismo.

-Pero... ¿Ahora?

-Mmm, mañana. Dame tu número y coordinamos.

-O...ok

Le di me número y se marchó.

Estaba.....(perdón las palabras pero no encuentro mejor forma de describirlo) tan caliente. Mande un mensaje a Esteban, el cual respondió que estaba en su casa y que si quería podía ir.

Llegué y me tire de forma salvaje a besarlo.

-¿Quieres coger? - le dije susurrándole al oído citando a Camila.

-¿Seguro?, si quieres podemos espe....- lo bese de nuevo interrumpiéndolo.

Lo tome de la mano y lo lleve arriba. Le saque la polera y el a mi, lo tire a la cama y me acerqué a su cuello el cual recorrí con mi lengua bajando lentamente a su pecho. Sus gemidos eran lo más excitante de todo. Llegué hasta su ombligo, me levante y le saque los pantalones, dejándolo solo en boxers, el no se quedó atrás e hizo lo mismo. Lo bese apasionadamente, puso sus manos en mi trasero, el cual apretó con suavidad. Tocaba y apretaba su bulto hasta que sentí su erección. Nuestra excitación subía más y más. Bajó lentamente mi boxer y acercó su boca a mi oreja, diciendo "dejame metertela". Respondí que si obviamente. Nos sacamos todo. El tomó un condón y se lo puso. Me puso contra la cama y comenzó el follón. Se sentía tan bien estar con el, ¿pero que se sentirá estar con ella?

¿Estaba haciendo esto por el, o por ella? Esa pregunta me dejó helado.

Le dije que paráramos, pues me sentía mal. No por el dolor común que ano, pero si por el hecho de estar pensado en ella mientras estaba con el.

-¿Quieres que paremos?

-Si. - dije algo avergonzado. -No es tu culpa, es solo que no me siento bien.

-No importa. - me besó tiernamente en la frente. -Puede ser otro día, no tenemos por que apresurar las cosas.

Lo miré a los ojos, sus lindos ojos azules. Me sonrió dulcemente, luego me abrazó.