¿De que sirve decir te quiero?

Capitulo 1

Me desperté apresuradamente, ya que el transporte escolar me dejaba, apenas iba bajando las escaleras cuando mi madre me gritaba desde el primer piso de la casa, y como no si el transporte me había dejado; como siempre me apresure antes de que el chofer fuese ocupado para que me pudiera llevar al colegio. Apenas iniciaba el segundo año en la secundaria y ya iba tarde, mi chofer un hombre de aproximadamente 40 años, de tez blanca y ojos cafés me miraba con algo de desesperación, ya que mi padre no tardaría en bajar y él ocupaba más al chofer que yo; al bajar por las enormes escaleras de espiral vi que mi padre se encontraba ya con su maletín en mano mostrando cara de descontento, así que hice una pequeña sonrisa fingida para calmar a la fiera un poco.

-¿Otra vez tarde Andrea?, ¿En que habíamos quedado? -Reclamo.

-La alarma no sonó padre, ¿podrían llevarme tú y el chofer al colegio?

-¡¡¡Vale!!! Sube al auto.-Dijo algo juguetón.

Mi padre nunca me ha negado nada, soy su nena consentida y como no, si solo somos 2, mi hermano y yo; es como todo, yo soy la consentida de mi padre y Jeft el consentido de mi madre. El camino está algo largo, así que mientras nos dirigimos al colegio empiezo a recordar mi ruptura con mi ex novio Alberto, todo fue tan rápido, solo duramos unos escasos 9 meses, yo creí que me amaba pero estaba completamente equivocada, sus palabras, sus besos.. Todo fue una vil y cruel mentira; mi padre piensa que rompimos por una estupidez pero no es así, rompimos porque él me puso el cuerno con la hija de la señora de la limpieza, aún recuerdo como la besaba, me llena de rabia solo pensar eso, sobre todo porque después de que los cache en la cancha lo negaron ¡todo! Y para acabarla él dijo que ella lo había provocado; malditos hombres todos son iguales. Seguía maldiciendo a Alberto, cuando mi padre me saco de mis pensamientos.

-Cariño Andy, hemos llegado.-Dijo mientras abría la puerta del coche el chofer.

-Sale padre te veo al rato, te quiero.-Le respondí mientras me bajaba del coche, aventándole besos por montones.

No podía olvidar a aquel patán que me había engañado, sobre todo porque él iba en el mismo salón de clase que yo, ¡maldita sea!-Exclame. Y como no si él estaba justo enfrente de mi mirándome con cara de amor, ¿acaso no le dará vergüenza?, tenía que llegar al salón a como diera lugar así que apure el paso y pase por un lado de él, como si nunca lo hubiese conocido en mi corta vida, en el fondo aun me dolía ya que él había sido mi primer gran amor.

Sabía que tenía que seguir adelante así que seguí caminando y como siempre ahí estaban mis amigas, Katy, Deysi y Montse; inmediatamente sonrieron al verme, así que les regrese la sonrisa, corrí a dejar mi mochila y me senté por un lado de con ellas entre Montse y Katy. Katy era mi mejor amiga, casi mi hermana, en pocas palabras mi única y gran confidente, y por eso ella sabía todo lo sucedido con Alberto y lo odiaba a mas no poder, después de unos segundos de silencio Montse abrió tema de conversación.

-¿Andrea que tal tus vacaciones?, ¡ya te extrañaba!-Dijo emocionada.

-Todo perfecto, ninguna novedad jamás había estado mejor, romper con Alberto fue lo mejor, yo no merecía que me engañaran de esa manera.-Respondí a secas.

-Hay amiga, animo ese patán no merece ni una lagrima tuya, que creía que por ser guapo, alto y delgado, de pelo y ojos marrón ¿lo perdonarías?, ¡no cariño!, hiciste lo correcto.-Trato de animarme Katy.

-Bueno chicas dejemos el chisme, ¡¡¡time it's over!!! El maestro acaba de llegar.-Replico Deysi.

Y era verdad había llegado la maestra y con ella por detrás venia Alberto, como siempre de barbero con los maestros; empezamos con algo simple era la clase de historia, solo vimos el inicio de la independencia de los Estados Unidos de América y pues a muchos nos aburrió, me incluyo, porque yo pienso que es importante aprenderla pero pues aquí en New York la sociedad piensa otras cosas, bueno nosotros los jóvenes, como.. ¿Qué porque nos dan tantas materias si no todas las veremos a lo largo de la vida?, pero pues mi padre tiene razón es para obtener más cultura.