Buenos días.

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 La brisa recorre mi desnuda espalda, me giro un poco y jalo la almohada, el aroma a café inunda mis fosas nasales, me estiro un poco y un dulce dolor me recorre en mi vientre y de pronto recuerdo todo lo de anoche.


Sus labios sobre mi cuerpo, el desnudo y dentro de mi... Me muevo un poco más y el dolor regresa, bien es gracias a mi virginidad perdida.



Observo su lado de la cama y esta vacía.



-Alguien se levantó temprano.-murmuro sonriente, me inclino y tomo una de sus camisas, aspiro su aroma...-Delicioso.-sonrió y salgo de la habitación, observo el pasillo, no hay nadie, el aroma a café inunda la casa... Tal vez   la Sr.Patrick este en la cocina, pero recuerdo que ayer me dijo que le dio el día libre, así que definitivamente es el.



Bajo las escaleras con cuidado de no hacer ningún ruido, no logro quitar esta maldita sonrisa de mi cara y no dejo de recordar lo de anoche. Que alguien me pellizque esto es real. Lo veo salir de la cocina con una charola repleta de comida. Ha preparado el desayuno él solo.


-Buenos días Señora Choi.-él también está feliz.


-Buenos días Señor Choi.-deja de lado la charola y rápidamente corre a mí tomándome de la cintura.



-Dormiste bien.-sus ojos centellean de curiosidad sonrió y beso sus labios.



-De maravilla.-murmuro contra sus labios.



-Yo también lo hice.-sus manos bajan por mi espalda baja hasta llegar a mis glúteos los masajea lentamente y quiero gemir, mis entrañas se despiertan y el dolor delicioso regresa.-Me encanta como se te ve mi camisa.-levanta lentamente la fina tela sonrió y me aparto.


-Yo también la ame.-sonrió y el tira de mi nuevamente y rio.


-Prepare el desayuno.-ambos miramos la charola repleta de café, fruta picada y pan tostado.



-Espero y este delicioso.-digo burlona.-Decían los medios que lo tuyo no es la cocina.-rio y acerca sus labios a mi oído.



-No, lo mío es otra cosa.-me ruborizo y le doy un ligero golpe en el hombro.


-Eso ya lo sé, pero tengo hambre.


-Yo también.-sus ojos brillan más tiro de él y le beso dulcemente.



-Ese será el postre.-susurro, tiro de su mano y lo ayudo con la charola hasta la habitación.



El desayuno fue diferente a los otros días, esta vez me dio el de comer en la boca y en ocasiones me besaba dándome un poco de fruta de su propia boca.


Fue muy difícil para su amigo mantenerse quieto, podía sentirlo erecto en mi espalda mientras veíamos la televisión.

-¿Qué aremos hoy?-le digo mientras limpio mis labios del resto de la comida.


-Que quieres hacer-besa la parte trasera de mi oreja suspiro.


-No lo sé, ¿Qué tienes en mente?-me sonríe y rápidamente me recuesta sobre la cama.



-Porque no la pasamos aquí.-besa mi cuello y yo entierro mis dedos en su cabello despeinado.


-Me agrada la idea, pero me gustaría ir a nadar ahora.-susurro él se aparta y sonríe.


-¿Nadar?-asiento en su cara se ve reflejada su decepción y se aparta rápidamente.-Entonces nademos.

Rio y él se me queda viendo con el cejo fruncido.

Lo veo con los pies hundidos en el agua de espaldas a mí, me acerco silenciosamente y lo aviento al agua me salpica un poco y rio con fuerza.

-Con que así te gusta jugar eh...-sale con tanta velocidad de la alberca que me toma por sorpresa lanzándome al agua junto con él.

Cuando salgo a la superficie tira de mí y besa rápidamente pegando mi cuerpo a el suyo contra la pared de la alberca.

Su mano rápidamente baja mi traje de baño suspiro y el muerde lentamente mi labio inferior, mis manos caminan hasta su espalda y escucho como gime contra mi boca y bajo lentamente su short de baño.

Sonríe y me toma de los muslos y hace que mis piernas se enreden en sus caderas, y puedo sentir su miembro erecto entre mis piernas.

-Seung...-jadeo.-Entra.- y sin esperar un segundo más, me penetra entrando hasta el fondo. Gimo y tiro de su cabello con más fuerza, sale y vuelve a penetrarme, besa mis labios y escucho sus suspiros, ciento como el agua nos salpica mientras se mueve dentro de mí. Sus labios bajan hasta mi cuello y los besa lentamente mientras deja esas marquitas rojas.

Encajo las uñas en su espalda y el grita con brusquedad.

Sus movimientos se van haciendo lentos, me mira y sonríe.

-Annie eres mía.-me penetra y gimo y le tomo su cara entre mis manos.

-Toda tuya...-jadeo y le beso el vuelve a embestirme y siento como se derrama su liquido pre similar en mí.

Escucho mi teléfono sonar mientras seco mi cabello, corro hasta el tocador y veo la pantalla.

-Mi mama...-susurro aterrada, miro la puerta de baño donde Seung se está bañando, me muerdo el labio y contesto.- ¿Si?

-Hija.-dice alegre.-¿Cómo estás?

-Bien-susurro y no dejo de ver la puerta del baño, temiendo a que Seung salga de ella y hable y descubran que no estoy sola.

-Porque te escuchas muy bajita.

-Porque, estoy en el cine con una amiga.

-Pero no escucho nada.

-Mama ¿Qué necesitas?

-Bueno saber cómo estas.

-Estoy bien mamá.

-Eso ya lo sé, pero quiero charlar contigo.

-Mamá quiero ver la película porque no hablamos más tarde.

-Está bien, cuídate.-cuelga y la puerta se abre justo a tiempo.

-¿Con quién hablabas?

-Con mi madre.-murmuro no parece tomarle por sorpresa al contrario sigue secando su cabello.

-¿Qué quería?

-Hablar.-murmuro y él se pasea por la habitación con solo una toalla de la cintura para abajo.

-¿Hablar? ¿De qué?- retiro la vista de su tentador cuerpo y me concentro en buscar algo para ponerme.

-No lo sé, nunca le importe y ahora le sale el amor maternal.-saco una blusa del armario junto con unos jeans.

-No tienes nada de qué preocuparte, cuando salgo de la ducha no suelo hacer mucho escándalo.-me guiña el ojo y se va de la habitación dejándome sola.

Aun su ropa está en su habitación así que me perderé de una buena vista.

Lo miro mientras cenamos, el día se nos fue volando bueno en parte por estar "nadando" caminamos por la enorme casa, escuche como componía unas melodías en su cuarto de juegos.

-¿Mañana iras a la universidad?-pregunta mientras bebe un poco de su vino.

-Sí, tengo que seguir con el contrato.-caigo en cuenta de lo que he dicho y le miro está molesto y ha dejado su copa suspendida del aire.

-Annie...-suspira.-Después de lo de anoche ¿Aun crees eres un contrato?

-No, es solo que.-se pone en pie y toma mi mano haciendo que lo siga y sin esperar ni un segundo me besa con ternura los labios.

-Tu nunca fuiste un contrato.-susurra.-Tu siempre fuiste mi esposa ante todos.-besa mi frente.-Quiero que entiendas que eres mía y que nuestra relación esta vez va muy enserio.- me quedo sorprendida por lo que ha dicho... ¿Enserio?

Siempre fui su esposa y yo como tonta creí que seguía un guion teatral.

Sin pensarlo dos veces me lanzo a sus labios y los beso con pasión.

-Te amo Seung.-susurro contra sus labios y él me toma con más fuerza de la cintura.

-Yo también Annie, quiero formar una familia contigo....

ContratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora