VÍDEO EN REPRODUCCIÓN

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Hacia un par de días que lo había visto por internet. Tuvo que repetir el video varias veces para asegurarse que era él.

Nombre de Usuario: NickFLY

Ahora recordaba que no le gustaba que le dijeran Nicholas y aunque solo fuera el acento prefería Nicolás. Su risa murió en ese momento. Era él, lo veía, los tres lunares debajo de su barbilla.

Desde la tarde hasta la noche había pasado por todas sus listas de reproducción; después no había vuelto a entrar a YouTube.

Ahora vagaba entre sus memorias de la infancia con un niño flacucho y los tres millones de suscriptores de NickFLY. ¿Quién era ese chico? Su mente no podía asociarlos.

Llegaba a la universidad con pensamientos dispersos entre todos los sucesos del internet, parecía un mundo en una dimensión totalmente diferente. Entre el paso de las clases supo que hacer, volver a asociarse con personas de carne y hueso lo hizo entender sus siguientes pasos.

Lo primero que veía en las páginas de registro era el espacio en blanco con la palabra username. El curso parpadeaba impaciente. ¿Qué importancia podía tener elegir uno o cualquiera? Solo era un conjunto de letras casi al azar. Sus dedos teclearon lo primero que le vino a la cabeza.

Nombre de Usuario: BirdCantFly

Siguió a Nick en Twitter, Instagram, Facebook y abrió una cuenta en Tumblr. Se sentía stalker, pero se dijo que así era como se vivía en este nuevo siglo. Además uno más entre millones no se notaría.

Nick, Nicholas, Nicolás, no importaba. Cada uno era distinto y todos muy lejanos. Fue amigo de un niño que se mudó a Inglaterra en tercero de primaria, compañero de clase de un pequeño que se despidió con ojos llorosos, y ahora veía un Youtuber a miles de kilómetros de distancia.

Se dijo que no tenia porque conciliarlos, habían pasado diez años desde entonces. Ahora estaba en otro continente, no mas cerca de su vida. Solo era un suscriptor; fue una coincidencia que lo recordara y Nicolás tal vez ya no lo hacía. Así volvió su paz mental y su rutina diaria, aunque una cierta presión no se iba, porque ciertamente, el primer amor es difícil de olvidar.

Nombre de UsuarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora