5. El juego decisivo #editado

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-¿en qué piensas?- me pregunta Luke caminando conmigo hacia devuelta a la escuela, lo observo saliendo de mi trance.

-nada solo que...no encontré lo que andaba buscando- miento o bueno, en parte no, era completamente cierto pero aún seguía rayada con lo de los amigos.

-¿qué buscabas?- pregunta.

-bueno, puede sonar un poco raro pero...ropa- respondo, Luke frunce el ceño.

-hay mucha ropa, en tu cuerpo, en el mío, en todos- dice, frunzo el ceño, eleva los brazos a la altura de sus oídos.

-decía para cambiarme- digo obvia, asiente.

-pero estás bien así- dice enarcando una ceja.

-si, solo que me derramaron una gaseosa en la espalda y ahora esta playera está pegajosa- digo, la boca de Luke forma una pequeña o, apoya su mano en mi espalda.

-entiendo- dice en un asentimiento- te ayudo ¿tienes alguna excepción o usarías de todo?

-mientras más cubra, mejor- digo, Luke asiente con la cabeza.

-ya sé- exclama como un niño pequeño, seguido de señalar el cielo como si hubiera algo que señalar, me arrastra por el patio de la escuela llamando la atención de algunas personas.

-¿qué haces?- le pregunto aterrada.

-te ayudo- dice obvio, siento mis mejillas sonrojarse al ver su mano y la mía tomadas, Luke me observa y luego su vista baja hacia nuestras manos tomadas, sus mejillas se vuelven de un color carmesí, su mano sube hasta quedar en mi antebrazo, seguramente, percatándose de que me era incómodo que tomara mi mano.


-esto no era lo que tenía pensado- dije observandome en la camisa que Luke me entrego.

-no hay de otra- dice sonriendo- además, te ves tierna.

Presiona mis mejillas con sus dedos indices mientras me muestra su lengua, bajo mi vista para observar la playera en la que estaba, era sinceramente gigante, era una playera gris con el logo de Nirvana en el centro, Luke había decidido que lo mejor era que ocupara su playera, justamente la que él estaba usando pero decidió darmela y colocarse él, su playera de entrenamiento.

-¿no se me veo muy extraña?- pregunto, me observa mientras camina a mi alrededor, se detiene hasta quedar frente a mí.

-no, te ves como esas típicas chicas de comedias románticas cuando le roban la ropa a su novio- dice apoyando su dedo pulgar en su barbilla, observa su playera en mi cuerpo por menos de un segundo hasta que reacciona  a sus palabras, su boca semi abierta y una expresión de nerviosismo basto para asustarme a mi también- lo siento, lo dije sin pensar, yo...

-está bien, tienes razón- río tratando de arreglar la situación- ¿no me dirán algo por qué huelo a chico?

-noup- niega repetidas veces- la única persona que se atrevería a decirte eso, soy yo y no lo haré.

-bien- dijo escondiendo mi nariz bajo la tela gris para sentir más de cerca el olor de Luke, suelto la playera- definitivo, huelo a chico.

Luke sonríe.

-hueles a mí ahora- dice , pero su sonrisa se va de su rostro, antes de que comenzara a excusarse, yo lo detengo con un ademán de la mano.

-eso quiere decir que huelo a césped y a goma de mascar- bromeo, Luke suelta una carcajada, escucho el ruido de la campana sonar finalmente- yo mejor me voy a clases.

-¿te acompaño?- pregunta haciendo una ceño señalando el pasillo.

-no, ya sería sospechoso que anduviera con la playera de un chico, más si ven que me fuiste a dejarme a mi salón- digo, Luke asiente con su cabeza.

Salvando al mariscal de campo; lrhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora