Salvando al mariscal de campo; lrh

1. Jugada estratega #editado

-Hemmings, es tu torno- grita el entrenador soplando su silbato mientras hace un ademán con la mano como si así pudiera moverlo, Luke Hemmings se levanta de la banca de madera hubicada a una orilla del gimnasio, hace unos ejercicios de elongación para luego trotar al centro de la pista donde se encontraba el resto del equipo, veo a Hemmings colocarse su casco y seguido, su protección bucal para no lamentar nada en algún accidente. Se reunen en circulo para discutir su próxima jugada, Luke Hemmings era, obviamente, quien daba las ordenes, después de todo, él era el mariscal del equipo.

Los águilas sueltan su grito de equipo para luego acomodarse repartidos por toda la pista, el equipo visitante hace lo mismo, Hemmings se encontraba enfrente con su espalda inclinada hacia adelante y con una mano sobre el balón, observa al Capitán del equipo contrario y le sonríe, veo su boca moverse pero no logro oír lo que le dice, solo se que, sea lo que sea lo que le dijo, no fue nada agradable de escuchar.

El silbato suena, al instante, en un movimiento casi maquinario, Hemmings tira la pelota hacia atrás para luego correr por entre los cuerpos del otro equipo, frunzo el ceño al verlo alejarse de todos, se detiene al otro lado de la pista donde no había nada, su equipo jugaba mientras que Hemmings apoyaba su espalda en el arco del equipo contrario, veo como bosteza, el entrenador no dice nada ¿esa era su jugada estrategica? ¿sacar a Hemmings del juego? me parecía ilógico e incoherente, el mejor del equipo está haciendo, literalmente, nada.

Y ahí comprendo, el equipo contrario estaba preocupado de Hemmings, todos, uno por unor, iban voltenado para verlo, pero, al darse cuenta que no estaba pendiente del balón, se confundian y lograban arrebatale la pelota.

Buena jugada, Hemmings.

Fin del partido, las águilas ganaron, como siempre, otro trofeo para Madisson, ahora viene la parte interesante, a la que yo nunca asistía; la celebración.

Hemmings tenía una especie de ritual, siempre que ganaban un juego, Hemmings bebía del trofeo y se acostaba un número de chicas dependiendo de cuentos goles había anotado, esta vez fueron 5, se acostaría con 5 chicas hoy justo después de beber del trofeo. ¿Cómo sabía esto? simple, alguien siempre hablaba de esto, en mi caso, Chadd, mi compañero de banco de química con quien no solía compartir palabra alguna que no fuera de química, pero a él le gustaba hablar, yo no respondía y le demostraba mi desinteres hacia el tema, porque, simplemente, Hemmings no era mi tema favorito para hablar.

-¿asistirás a la celebración?- pregunta Hemmings a la chica de mi lado, intento no prestar atención pero no tenía nada mejor que hacer, la chica, ondula su cabello marrón con su dedo y asiente en un suspiro, Hemmings asiente y toma nota- ¿cómo te llamas?

-Meghan Kirinn- responde la chica casi al instante, Luke asiente ocn us ceño fruncido para luego garabatear el nombre de la chica en una hoja donde habían bastantes nombre anotados, Luke avanza por enfrete mío, saltandome, pero no me importa, después de todo, mi respuesta sería un no de todas formas.

Me levanto de las gradas y las bajo dando zancadas esquivando toda la basura que había desparramada por el suelo, Noah; perteneciente al equipo de Hemmings; se detiene frente a mí, levanta la vista y observa a alguien, me señala, yo, confundida, simplemente lo observo con mi ceño fruncido, levanto la vista hacia donde el miraba, Hemmings se encontraba observandonos, levanta su pulgar para luego seguir agregando nombres a su lista, veo a Noah alejarse, ignoro lo que acababa de pasar y sigo mi camino hacia el final de las gradas.

Me alejo del gimnasio y camino hacia mi bicicleta, saco la llave de mis bolsillos y abro el candado para desatarla del aparcamiento de bicicletas, la acomodo dispuesta a irme pero un fuerte "hey" me detiene, busco en todas direcciones no muy segura si se referían a mí o a otra persona, asertivamente, no se referían a mí, era Hemmings quien llamada a un chico que creo que se llama Kyle, quien se estaba alejando en su motocicleta, Kyle se detiene y observa a Luke Hemmings con sus cejas alzadas.

-¿iras a la fiesta?- pregunta Hemmings tomando su lápiz listo para anotar su nombre pero Kyle estalló en carcajadas, Hemmings frunció el ceño un poco molesto y confundido por lo que logré ver en su rostro, me subo a mi bicicleta.

-no me unas a tu reino del terror, oxigenado- le dice Kyle y por primera vez, siento que alguien me comprende, Kyle le regala una sonrisa y se aleja en su motocicleta levantando una oleada de tierra detrás de sí, Hemmings recibe la tierra directo a su rostro y comienza a toser, cubro mi boca con la palma de mi mano para evitar reír, acomodo mi pie izquierdo sobre el pedal de goma, apoyo mis manos en el cuerno de la bicicleta, dejo que mis dedos se apoyen en el freno, me equilibro y comienzo a pedalear pero escucho mi nombre salir de la boca de Hemmings.

-¡te veo en mi fiesta, Hadway!- grita antes de alejarse trotando, mis dedos, involuntariamente, presionan los frenos haciendome perder el equilibrio, apoyo mis pies a tiempo en el suelo antes de caer.

-¡no pienso ir, Hemmings!- grito de vuelta pero ya estaba lo bastante lejos como para que me escuchara, charlaba con su grupo de amigos de Madisson, no pensaba acercarme a decirle que me sacara de la lista, con que eso significo su pulgar levantado, niego con mi cabeza para volver a avanzar, no iría, no podía obligarme, además, no es como que mañana me fuera a hablar solo para decirme que no había ido a su fiesta, no habrían consecuencias, para ninguno, solo le ahorraría la verguenza de tener a una antisocial en su fiesta de celebración.

Una pregunta rondaba mi cabeza ¿por qué me agregó a la lista? ¿sería que, por alguna razón ilógica, quiera, simplemente, ser amable conmigo? ¿cabía esa posibilidad? lo dudo, tal vez no me agregó a la lista, solo lo hizo para que fuera y me rechazaran en la entrada diciendome que no estaba en la lista, quedaría en ridículo y su fiesta entera rompería en carcajadas, te tengo, Hemmings, no podrás dejarme en ridículo ni hoy y menos mañana.