El reencuentro

52 1 0
                                    

Iba yo corriendo por la calles de la villa, como si me fuese la vida en ello, pero no; llegaba tarde al lugar de quedada. Pensando que ya no estaban, llegué allí y no había nadie, hasta que le ví a él, aquel chico más alto que yo y de ojos azules. Sí, sin duda era él, la persona de la que me enamoré cuando era pequeña y de la que aún sigo enamorada.

Él había llegado el primero y yo la segunda. Temblando de miedo, me acerqué a saludarle. De repente, viene corriendo hacia mí y de da un abrazo a la vez que dice: "Te he echado de menos estos dos años sin vernos". Yo, con la cara roja, le iba a susurrar que tambien le echaba de menos; hasta que llegó el resto de amigos; me quitaron mi momento a solas con él.
Ya todos teníamos dieciocho años y todos nos habiamos graduado, excepto él que dejó la villa durante esos dos años.

Tras estar compartiendo sus aventuras durante todo el tiempo que no estuvo, decidimos ir a ver como habia progresado; fuimos a un descampado a las afueras para ver sus nuevas técnicas de combate. Como éramos muchos, me puse en su mismo equipo para equilibrar la balanza, él no era el único que había estado entrenando.
Al caer el sol, ya habiamos acabado el combate, vencimos él y yo solos al resto, impresionante la verdad. Al volver a la villa, cada uno se fue a su hogar, excepto aquel chico y yo, que nos fuimos a cenar a su casa. Yo, intentando esconder mi sonrisa de oreja a oreja, acepto y entro en su apartamento, no era muy grande, pero era acojedor.

Cuando me di cuenta de la hora, eran pasadas ya las doce; y decidí irme a mi casa, él, sin embargo, me propuso quedarme a dormir a su casa. Yo, volviendo a esconder mi sonrisa, asentí y entré al dormitorio. Yo dormía en su cama y él en el suelo.

Antes de apagar la luz, me agradeció las palabras que le dije: "Serás un fracasado para el resto, pero para mí, eres un fracasado orgulloso de si mismo", estas mismas palabras le ayudaron a seguir esforzandose cada día para ser el mejor. Yo, emocionada, me puse a llorar de la alegría de que haya recordado esas palabras. Al verme llorar, vino hacia mí y me abrazó, susurrándome que nunca olvidará esas palabras, junto a un "Gracias".

Mi Amor, Mi Corazón, Mi HéroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora