1986-Febrero-28
Los Ángeles-California
10:15Después de todo desperté en mi habitación demasiado cansada, ayer fue un día difícil y de poco interés. Michael se fue a su casa y pues yo sola, esa fue obra de su padre al parecer pero no me importa.
Me vestí con unos jeans ajustados color negro y con un swéter plomo de gato. Bajé las escaleras proponiéndome salir para desayunar en un Starbucks... Y sola, no me quedaba de otra. También tendría que trabajar en conseguir entrevistas para periodismo.
Tomé mi bolso y luego que asegurara la casa entré al auto azul para dirigirme hacia la calle, me encaminé por toda la ciudad hasta encontrarme un Starbucks Ruppert's, entré agarrada de mi chaleco porque hacía mucho frío y nevaba. Me senté en una mesa al centro y un chico me atendió. Tenía como sus 18 años, era rubio con ojos azules de tez blanca, me sonrió.-Señorita... ¿Qué desea?-vi el menú-
-Sólo un frapuccino con crema y un pastel de chocolate-asintió anotando-
-¿Algo más, preciosa?-negué sonriendo-bien... Ahora te lo traigo.
Cuando se fue bufé volteando los ojos, ¡vaya! Nadie tiene respeto en éstos tiempos. Al percatarme de que ya me habían traido mi comida comencé a desayunar con mi laptop buscando trabajo.
Después de un tiempo fuí al parque para sentarme y leer mi libro favorito "Secreto De Hermanos". Veía como caía la primera nevada tratando de imaginarme Inglaterra cuando mis padres me llevaban a patinar, risas, juegos... Cuando mis padres tenían tiempo para mí. Alcé la vista y vi que se aproximó un hombre alto con barbijo, eso declaraba la llegada del señor Jackson.-Oye... ¿Por qué no te encontré en casa?-reí-
-No soy una prisionera-se sentó a mi lado-
-Bien linda-se quitó el barbijo pero seguía con sus lentes-hola Jate.
-Hola Mike-besé su mejilla-¿qué tal?
-Genial nena-puso su mano alrededor de mis hombros-
-No soy nena y... Te aconsejo de que tu mano esté lejos de mi-rió-
-Bien Jate-se cruzó de brazos-y ¿tú qué tal?
-me encogí de hombros-Supongo que bien, creo que la próxima semana tendré una entrevista.
-se sorprendió-¿De verdad? ¡Eso es genial Jate!-me abrazó y reímos-
-Lo sé... Me siento feliz-le correspondí-
-Yo igual por ti nena-me apoyé en su hombro-espero que te lo den.
-¿Tú crees?-asintió acariciándo mi espalda-
-Con tu carácter quién no-rió-
-Eres un malo-le golpee apartándome-no te quiero.
-Oh Jate yo sé que sí-me miró-vamos... No te vayas a enojar ¿o sí?
-voltee la mirada-Te odio.
-se rió-Jate...
Se apartó, miré de reojo para ver qué ocurrencias estaba haciendo, en ese momento sentí un golpe de hielo frío en mi cara. Lo miré furiosa y él sólo reía como un niño pequeño, me levanté alzando un puñado de nieve y tirándoselo a la cara.
-Señorita, va a pagar por eso-me tomó de la cintura antes de que escapara-Jate yo sé que me quieres.
-No... Te odio, déjame-reclamé-no me toques Jackson.
-Jate... Tranquila-me hizo caer a la nieve-o te ganarás una guerra de cosquillas.
-No Jackson... No te atreverías-empezó a hacerme cosquillas-¡NO!-reí-¡JACKSON! ¡NO!-seguí riendo cada vez más fuerte-
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Antes de que te vayas
Fiksi PenggemarLa historia jamás contada que vivió una de las leyendas de la música, la verdad detrás de su vida.