Capítulo 1

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-Buenos días.- dice Peter después de besarme.

No le respondo, sólo dibujo una pequeña sonrisa.

-¿Cómo estás, mi pequeña?- me levanto sin decir nada.

Hace dos meses que no veo a Oliver, estoy preocupada por él.

Temo a que se vuelva a ir otros nueve meses sin avisar.

Pero temo más el echo de que le pueda pasar algo.

Han ascendido a Oliver, al puesto de Ángel.

Ya que Ángel -terriblemente- desapareció en una expedición.

Que pena.

Aunque, antes de irse, Oliver, me dijo que volvería en unos dos meses y no me preocupara.

La verdad, en según que cosas he madurado más, pero en según que otras sigo teniendo esa actitud de niña pequeña.

Cuando salgo del baño, veo que Peter ya no está.

Últimamente, ya no estamos tan unidos.

Bueno, lo seguimos estando, pero su actitud y mi actitud juntas, son negativas y supongo que se repelan.

Salgo de la habitación y veo a Sira delante de mi puerta.

Desde que Pïr se fue con Oliver, ha estado algo mal.

Le debe de echar mucho de menos.

Voy y la abrazo. -¿Cómo estás?- dice.

Sonrío. -Estoy, estoy.- nos reímos.

Intento ir cada mañana -pocas veces voy- al campo de entreno, pegar puñetazos a un saco relaja y duele, pero relaja.

Hoy llegan nuevos trenes, espero que llegue Oliver.

Estos últimos años, el área 16 ha cambiado bastante.

O a cambiado mi imagen de ella, que es lo más probable.

En ella -por su culpa- he pasado una de las etapas más difíciles de mi vida.

Y pensar eso, te hace darte cuenta de muchas cosas.

Cada vez que bajo las escaleras miro la decimotercera en busca de una grieta que me resulte familiar.

Cada vez que me baño intento hundir la cabeza en busca de algo de paz, en busca de volver atrás.

Rompo y arreglo el pomo de la puerta del baño, para recordar lo que hacia cada día al despertarme,

Admiro los dibujos de Oliver, intentando encontrar una respuesta, o tan sólo encontrarme a mi.

Intento besar con pasión los mismos labios, para intentar recordar como era yo.

Como cada día las mismas manzanas -de las cuales ya me he cansado- por la sencilla razón de que era mi comida favorita.

Miro por la ventana en busca de una ayuda silenciosa y contemplo cada día a los niños jugando para intentar compartir su felicidad.

Creo que hasta me he hecho amiga de una niña.

Tiene cierto parecido a Or.

Aun que ella se llama Cel.

Ella es la única que a veces puede sacarme una sonrisa con un "¿jugamos?".

Intento hacer de hermana mayor.

Y ella de hermana pequeña.

Intento aprovechar las veces que estoy con ella, como no hice con Or.

Supervivencia Zombie (parte 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora