Es complicado

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No podía creer que su hermanita los había estado oyendo, pero bastó con volver a ver a Ryuzaki para notar que estaba pasando por demasiado estrés, estaba más delgado de lo que recordaba, ahora que lo veía mejor se lo veía cansado, harto, sin fuerzas. Estaba empezando a dejarse vencer. No tenía idea de que le podría estar haciendo Naomi.

Lo pensó un rato, tal vez Ryuzaki valorara más ese beso que cualquier otra persona, tal vez lo ayudara a seguir adelante, tal vez sirviera de algo. Pero sabía que si le daba ese beso sería una despedida, sabía que tal vez no volviera a entrenar con él, tal vez lo perdería para siempre, como con Noma, que bastó que se acostaran una vez para abandonarlo y tratarlo como a una basura. Era tan difícil volver a pasar por eso, pero al final de cuentas dolía el terror a que fuera la última vez.

Ryuzaki- No quiero pasar mi vida pensando que jamás tuve la oportunidad de besar tus labios. Pasar todo ese tiempo inventandoles un supuesto sabor. Pero te advierto que si sucede esto de que nos besemos, me desapareceré por mucho tiempo. ¿estás seguro de correr ese maldito riesgo?

Light- ¿si lo hago tendrás las sufucientes fuerzas?

Ryuzaki- si... -no quiso más palabras, ni darle tiempo a inventar una excusa o de que se arrepienta, quería que eso que tanto deseaba suceda, lo necesitaba, necesitaba sentir que tenía esperanzas con él-

Light- ¿y si no te gusta será el recuerdo del peor beso de la historia?

-Ryuzaki sabía que pasaría, si le daba tan sólo un segundo de más, Light encontraría la excusa perfecta, porque era un maldito cobarde, que le aterraba sufrir, pero no había tiempo para eso, no había tiempo para que el niño mimado encontrara una razón para no cumplir su sueño, al menos no esa vez. Estaba seguro de que Light sentía algo, por alguna razón aquella vez lo marcó con aquel felpón como su propiedad, y él también deseaba poder reclamarlo como suyo, pero no podía con Naomi al asecho. Si tuviera tiempo él también jugaría a quién es más histérico, jugaría a seducirse, a quién era más celoso, haría todo aquello pero no lo tenía. Y se lamentaba por eso. Pero sabía que si terminaba con cierto asunto, podrían jugar y hacerse la vida imposible, volverse locos y todo lo que implicaba disfrutar y padecer al mismo tiempo aquel amor inmaduro y bastante infantil propio de sus personalidades. Lo haría cuando volviera, sólo que también le aterraba que Light conociera a alguien en el mientras no estaba. A Light también le preocupaba que el pelinegro se enamorara de alguien más cuerdo, menos mentiroso, y más maduro. 

Ryuzaki- sé valiente, no tengo todo el tiempo del mundo, tarde o temprano tu primo tendrá que abrir esa puerta, y me iré a Inglaterra por un tiempo, aún no sé como le haré con Kaede, él quería ganar un campeonato, pero necesito pelear está batalla legal en un territorio neutral. Aquí ella tiene inmunidad.

Light- cuidate... -Lo besó de un modo dulce y tierno, Ryuzaki correspondió con necesidad y mucho amor, los ojos de Light no paraban de llorar, Ryuzaki se mostraba más entero, como si hubiera recargado energías, y luego de un rato fue el pelinegro el que rompió el beso con un suave empujón-

Ryuzaki- fue mi mejor regalo de cumpleaños... gracias, y adiós... -se fue-

Cuando Light salió no lo encontró por ningún lado, podría creer que había sido un sueño si no fuera porque Sayu lo abrazó y le aclaró que fue real. Hanamichi llevó al castaño a que lo revisen en un hospital y todo estaba bien. 

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Ryuzaki subió a un avión acompañado de Kaede que lo veía resignado, pensó en que hubiera querido hablar con el pelirrojo y decirle los motivos por los que abandonaba al equipo. Pero no dijo ni una palabra, Ryuzaki le había explicado que seguramente Naomi los seguiría a Inglaterra, allí no tendría inmunidad y los abogados de Watari los asesorarían para tenderle una trampa a esa mujer y aunque se tardaran posiblemente volverían a Japón si es que un día se libraban de ella. Kaede siguió sin decir nada  tampoco habló al bajar del avión, ni al entrar a la casa que Ryuzaki heredó, ni a la hora del almuerzo, ni en la cena, sólo se fue volviendo una isla. Ryuzaki se dio cuenta tarde que lo había sacado de su hábitat, su pequeño universo, en el que se sentía relativamente cómodo. Iba a ser difícil sacarlo de ese aislamiento, pero sabía que Kaede en el fondo comprendía que no había alternativa. Pero comprender no es aceptar, y se negaba a aceptar que estaba a muy lejos de su pelirrojo, de su casa, de su escuela, de todo lo que lo hacía ser él. Kaede dejó a su gato en una caja con agujeritos y colocó la caja en la puerta de la casa de Soichiro con una nota que decía:

"por favor digale a Light que lo cuide y le dé mucho amor, no puedo llevarlo conmigo y lo amo mucho como para dejárselo a un desconocido, desde ya muchas gracias"

Ryuzaki- te prometo que algún día las cosas se verán mejor, colaborá un poco conmigo, yo te necesito... vamos Kaede... a mí también  se me partió el alma cuando tuve que irme... -Kaede sólo se limitó a llorar- Lo sé son demasiadas cosas... te juro que te entiendo... me pasa lo mismo... dame un abrazo ya que parece que será otro día en el que hablaré solo... -Kaede lo abrazó- todo va a estar bien, es lo que necesito que me mientas, ¿podrías hacerlo? Ser un buen primo y mentirme que las cosas sólo podrán mejorar de ahora en más. Que me querés y vas a estar ahí para ayudar pase lo que pase, que somos vos y yo contra el mundo... dale, no te cuesta nada decirme quw soy el mejor tutor, que no me odias, que hice lo que pude y fue la mejor opción... -Kaede sólo apretó el abrazo y le sobó un poco la espalda para que se sienta consolado, y así se quedaron hasta que Ryuzaki pudo descargar su angustia llorando, necesitaba sacarlo afuera o le iba a volver la fiebre. Era conciente de que por más inmaduro que deseara ser, Kaede era su responsabilidad y no al revés. Pero a veces hay que dejar de tratar ser el fuerte para que las personas te ofrezcan su ayuda. Sabía que Kaede con sus acciones le decía que sí,  que estaría ahí para él, en silencio pero también en cuerpo y alma, así como no soltaba ni una sola palabra, si veía que Ryuzaki necesitaba ayuda con algo lo ayudaba en esa especie de silencio que no era un castigo para Ryuzaki, era más bien una especie de tratar de sobrellevar las cosas, o de asimilar y a la vez estar en paz consigo mismo a su modo y como podía.

Continuará...

Quise que el beso de Light y Ryuzaki llegara para el cumpleaños de pelinegro pero se me pasó el tiempo y llegué muchas horas tarde. Pero bueno lo intenté.

Denme alguna señal de que estan leyendo esto, voten o comenten o ambas. Nos leemos en el próximo capítulo. ♥♡♥

Burbuja personal (Death Note / SlamDunk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora