Me gusta y antes también me gustaba pero sólo que me hace sentir inferior y ya no puedo aceptarlo.
- Sofía! Sofía. Te enviaron está carta... abrirla rápido.
- ¿Quien la envió?
- No sé un chico.
Hola, amor... soy Jorda sólo quería que supieras que me gustas.
- tonterías.
Esto era tonto y ya no había vuelta atrás.
Era jorda la persona que me dijo que no podía sonreír porque mi sonrisa era fea y por ello nunca abría mi boca... era un idiota.
Su ceño fruncido todo el día era tan despreciable pero a pesar de todo yo tenía esperanzas y era muchas que llegaron muy rápido en ese momento. Bueno podría ser otro jorda la escuela era muy grande.
- Toma, regresa la carta y me da igual.
- Esta chica tonta.
- Que te importa.
Ese recreo vimos a Jorda pero cuando lo vi el no estaba con su amarga mirada de años sino una dulce y tranquila mirada entonces pensé: ay si es él de una forma torpe y estaba sorprendida tanto que no podía hacer contacto visual.
Recuerdo aquella vez que lo salude por su cumpleaños.
- ¿Quien esta cumpleaños?
-Mi hijo, Jorda.
- FELIZ CUMPLEAÑOS A TI QUE LA PASES GENIAL QUE TUS DESEOS SE VUELVE REALIDAD.
-Si, ajá.
De regreso feliz a mi casa porque me respondió... yo era tan tonta.
- Hola. Dijo una voz entre la gente.
- Hola. Respondí.
- ¿Estás bien?
- Como siempre... ¿y usted?
- bien, señora
- ah? Adiós, chao me voy. Te odio.
- ¿Que?
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Opuestos.
Short StoryLa historia de amor más pendeja e inocente de este mundo que se expande y florecen hasta el día de hoy.