Sisterhood

Capítulo 4. El fin de la noche.

Me levanto y quito algo de polvo que quedo en mis pantalón, dios, esta gente es demasiado refinada para mi gusto, digo, ¿ni siquiera pudieron ayudarme? Ah claro, deja que se parta la espalda sola.

Estoy tan molesta que llegue al punto de saludar a todo el mundo e irme a una mesa para maldecirlos, son estoy momentos en los que te dan ganas de echarle magia negra a tus vecinos, tiernos momentos.

Pero... tal vez alguien está coladito por mi, el hijo de los Lawner no quitaba su mirada de mí, veo hacía atrás para ver si hay alguien más, ahí estaba su madre hablando. Ya decía yo, ¿que problema tendría ese chico al mirarme tanto? tanto lo pienso que hay 4 soluciones para este problema.

1: Tengo un moco que es gigantesco y que destruirá toda NY.
2: Tengo olor de axilas.
3: Tengo cara de violadora de la noche.
4: Llego mi periodo y maché mi pantalón como si le hubiera echado un bote de pintura rojo.

Hay un sinfín de posibilidades, claro que todas son vergonzosas.
En mis intentos para salir de este maldito aburrimiento tomo mi teléfono y reviso mis cuentas, tengo 1 notificación de Twitter.

Twitter:

1: Tyler Johnson ha publicado: "Hay ex - novias que te traen loco y quieres de vuelta" @ Scarlett_Thompson.

Oh, el maldito lo que quiere es guerra, me levanto del asiento y lo busco por toda la casa, el se encontraba en el patio hablando con una chica rubia que vive por las últimas casas del vecindario.

-Pienso que eres muy sexy- ¡Que! Este idiota no tendrá sexo en mi casa, y si lo tiene le abriré huecos a ese condón para ver si su hijo también es sexy.

-¿Tienes ganas?- Mierda estoy presenciando un encuentro sexual, odio hablar tan formal pero como lo diré cuando el tren entre en la estación y se bajen los del tren, ¿eh?

-Ganas de partirte la cara, en mi casa, ¡con esa oxigenada!, y me estabas coqueteando, ¡¿Que mierdas te pasa Tyler?!

-¿Yo? Tu eres la que coquetea conmigo.

-¡Cállate! Hablas tanta mierda que no se si darte una menta o papel sanitario.

-Yo me voy de aquí- Grito la rubia.

-Allá esta la puerta.

-Scarlett, ¿Cual es tu problema conmigo?

-Partiste mi corazón en dos mil pedazos y ahora quieres tener sexo en mi casa, y con otra chica.

-¿Querías tener sexo conmigo? Yo creo que Anna estaba dispuesta a hacer un trío.

-¡Pervertido! Vete de mi casa ahora.

-Vivo en la esquina, puedo venir cuando quiera.

-Pues yo no estaré acá, me voy a la universidad mañana.

-¿Me extrañaras?

-El te extrañara- le saque mi dedo medio- ahora vete al infierno al que llamas casa.

-¿Y si digo que tu eres mi casa?- el coeficiente intelectual de Tyler es -1000000000000000000000000.

-Pues vete al cielo.

El se fue de la casa y yo al fin puede descansar, el reloj ya estaba marcando las 9 y algunos vecinos se habían ido, pero los más fiesteros se quedaron, algunas chicas habían llegado de no se donde y estaban haciendo Twerk en el sofa, donde Chace las miraba encantado.

Habían personas que no había visto jamás pero igual estaban en mi casa. Y no me gusta lo que están haciendo, bailar, lanzar whisky por todas partes y otras estaban riéndose como estupidos, Esperaba que Chace evitas esta situación, pues reconocí a alguien, Alan, el mejor amigo de Chace. Mis pases delataban furia, "te quitaré la cabeza" con un poco de "quiero ir al baño". Pero alguien no saldrá vivo de esta casa.

-¡¿Porque Invitaste a Alan?!

-Esta fiesta era aburrida, solo necesitaba a gente que si sabe como divertirse.

-¡Mamá nos matará!

-Dios Scarlett, ¡iras a una fraternidad! Las fiestas serán brutales, yo solo te estoy preparando.

-Mañana no puedo estar borracha.

-Pues esta es mi fiesta, vete a dormir.

-No me incluyas en esto.

-No lo haré.

-Prometelo.

-Ay, que desconfiada.

-Deshazte de todo esto, te veré mañana.

-¡Scarlett!

-¿Eh?

-Ten- en su mano había una pequeña caja, por fin me darán un auto decente, si lo que hay adentro son llaves de un auto yo me voy al cielo con Glenn. Agarro la caja y la abro, dentro había un collar dorado con que decía "Burn Them".

-Aw, el pequeño Chace tiene sentimientos- Lo abrazo pero al pensar que estamos intercambiando germenes, y que el esta tan cerca de mi me pone enferma.

-Sabes que en lo más recóndito de mi alma te quiero.

-Mañana vas a purificar tu boca, ¿no?

-Me conoces demasiado bien.

-Pero... ¿Ya te di mi habitación, porque el regalo?

-Pues, quiero que las "Quemadas Thompson" sean honradas mientras vas a la universidad, así que quémalos a todos.

-Sin piedad.

-Esa es la actitud.

Me despido de él y subí a mi habitación a dormir, o a intentarlo!  el ruido era ensordecedor. Tal vez mi mamá este en casa de Sharon.

Me acuesto en la cama y veo Tumblr un rato, hasta que alguien toca fuertemente la puerta.

-¡Hey! Creo que en Brasil no te escuchan.

-Déjame pasar- Abrí un poco la puerta, ahí estaba Alan.

-¿Quieres algo?- Yo no soy estúpida, de seguro es un reto.

-¿Sabes si aquí hay condones? Las chicas se están quitando la camiseta y sus pecho son tan...

-Don Juan, no te excites. Yo que voy a saber donde hay condones.

-Chace dice que el escondió condones en su cuarto.

-El cuarto de Chace es ese- Esto no huele bien- si tu sabes que esta es mi habitación ¿Porque tocaste?

-Quería despedirme.

-Adiós Alan.

-No así.

-¿Pues como?

-Dándote esto- el me entrego un pequeño collage de fotos que tenemos juntos, ese fue un día muy extraño, me sentía bonita y me tome fotos hasta con el perro de la vecina.

-Gracias, Alan.

-Ojalá te vaya bien, quémalos a todos.

-Esa es mi misión.

Un abrazo y una corta despedida fue todo lo que necesitaba para sacar a Alan de mi habitación, quiero descansar es vital después de tantas quemadas en una día.

Me recosté en la cama y  me altere intensamente al pensar, mañana viajo a Lancaster, sola, aparte de la persona que se siente a mi lado en el avión, probablemente sea un viejo gordo que ocupe la mitad de mi puesto y el suyo. 

No estoy preparada para los gordos, todo menos un gordo. [Sin ofender, eh] quisiera que a mi lado estuviese alguna chica agradable, o un modelo de revista. La segunda opción es para los dioses, tener al lado a Francisco Lachowski seria como morir y revivir, pero eso no pasa, por lo menos no a mi. 

Luego de un rato baboseando por Francisco me voy quedando dormida.

(***)