Si realmente quieres encontrar el amor y ser libre, oye la buena noticia: la verdad te hará libre.
Ha llegado nuestro turno para una nueva revolución sexual. El plan de Dios para el amor es TODO lo que nuestro corazón anhela y parece no terminar de encontrar. Para recibirlo, debemos aprender a darlo. Aquellos que lideren a nuestra generación en el camino hacia esa victoria, serán aquellos que hayan conquistado su pasión egoísta y autocompasiva, entregándose por entero a Cristo. Acepta el desafío con el entusiasmo, el coraje y la fuerza que nos da nuestra juventud.
Es mi oración que todos los que lean este librito encuentren guía donde haya desorientación, estímulo donde haya desesperanza, luces para sanar donde haya heridas y el inmenso gozo y paz que provienen de ofrecerle a Dios todo lo que somos, todo lo que tenemos y todo lo que hacemos.
¿Cómo encuentro el amor?
Todos quieren amor. Todos añoran el entregarse a otra persona y ser amado por ella. Fuimos diseñados para el amor, y esa necesidad dentro de nosotros es tan profunda que muchos prefieren arriesgar el embarazo o enfermedades venéreas que vivir sin amor. Puede que estemos dispuestos a asumir ese riesgo porque el mundo nos dice que el sexo es igual al amor. Luego vemos relaciones en las cuales el sexo fuera de lugar o de tiempo destruyó el amor y nos preguntamos qué pasó... La única solución capaz de romper este dolor, este vacío y confusión es la virtud conocida como la castidad.
¿Qué es la castidad?
La castidad es una virtud (como la valentía o la honestidad) que se aplica a la sexualidad de una persona. Quiere decir que tomas todos tus deseos sexuales y los ordenas de acuerdo a las necesidades del amor verdadero. Por ejemplo, cuando amas a una persona, haces cualquier sacrifico por ella y haces lo que sea necesario para no dañarla. La castidad quiere decir que tomas esta decisión de amor y la aplicas al sexo.
Algunos piensan que castidad simplemente quiere decir "sin sexo." Pero eso es la abstinencia: enfocarse en lo que no puedes hacer o tener. La castidad es lo que sí puedes hacer y tener ahora mismo si lo quieres: una forma de vida que te da libertad, respeto, paz, alegría y hasta romance, sin reproches, sin temores ni angustias. La castidad libera a las parejas de la actitud egoísta de usarse uno al otro como objetos, dejándolos libres para tener y gozar de un amor verdadero. Vivir la virtud de la castidad, de forma positiva, va purificando tu corazón en todos los ámbitos, fortalece tu voluntad y tu relación íntima con el Señor.
Tanto para los casados como para los solteros la castidad significa reverencia por el don del sexo y nos capacita para dar y recibir amor de verdad.