"Mi madre siempre me ha dicho que no me acerque a desconocidos"

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Antes de empezar con la historia me gustaría presentaros a la protagonista de esta historia: Una joven encantadora llamada Tania Vega, tiene 20 años, es rubia, de ojos azules, alta y delgada. Mientras estudia en la universidad, por las noches trabaja para el programa de radio más famoso de toda España "Teen FM". Es una chica risueña, alegre, tímida, agradable, sincera, tierna y cariñosa. Vive en un gran apartamento en el centro de Madrid, le encanta el canto y el baile y salir de fiesta con sus amigas, pero a pesar de todo es una chica responsable. Esta es su historia...

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Un día más terminado, eran las 12 de la noche, el programa había terminado, me disponía a irme hacia mi casa. Cuando salí afuera estaba cayendo un chaparrón. No había traído paraguas y tenía que ir andando hacia mi casa.
Llevaba ya un rato andando bajo la lluvia, iba caladita hasta los huesos, lo único bueno de todo esto era que sólo me faltaban 10 minutos para llegar a mi casa, iba a cruzar un paso de cebra, cuando de repente veo mi vida pasar, ¡un coche había estado a punto de atropellarme! El BMW frena bruscamente y de él sale un chico aproximadamente de 25 años. Antes de que él articule palabra, abro la boca y le digo:
- ¡Pero tú estás loco!¡Has estado a punto de atropellarme! ¡¿Para qué quieres tanto coche, si ni siquiera sabes conducirlo?!-dije irritada y enfadada-
-Lo siento muchísimo, no te he visto, perdóname -dijo el chico avergonzado-
-Es que de eso se trata, de que ¡sí me tienes que ver! -le contesté-
-Perdóname por favor, que puedo hacer para compensarte, ¿hacía dónde te dirigías?¿quieres que te lleve?-me ofreció-
-Lo siento mucho, pero mi madre me enseñó cuando era pequeña que no me acerque a desconocidos -le dije sarcástica-
El chico rió antes mis palabras y me dijo:
-Vamos sube al coche por favor, que estás empapada y yo voy por el mismo camino, no te voy a morder. Por cierto me llamo Javier López -añadió mientras me tomaba la mano y me daba un pequeño beso en los nudillos-
Me quedo un segundo en blanco, intentado procesar lo que acababa de hacer. ¿Desde cuándo quedan chicos así en el Siglo XXI ? Él al ver que no le respondía me dijo:
- ¿Y tú eres...?
-¡Oh, perdona! Me llamo Tania Vega -dije un poco avergonzada y con las mejillas enrojecidas-
-Precioso nombre para una chica tan guapa como tú, ¿me concedes el favor de acompañarte a dónde vayas?-argumentó-
Me reí y sonrojé ante su caballerosidad. Me fije en él y me di cuenta de lo guapo que era. Tenía el pelo negro, unos ojos azules que te hipnotizan y una sonrisa preciosa. Llevaba puesto un traje y se le veía muy maduro para su edad ¿dónde podría trabajar? Le sonreí y le contesté:
-Si me hicieras el favor de llevarme a mi casa, te lo agradecería, no está muy lejos, está doblando la esquina todo recto -le indiqué-
-Por supuesto sube al coche y ponte esto -dijo ofreciéndome su chaqueta-
-Muchas gracias -le dije sonriendo-
Él me sonrió de vuelta. De repente estornudé.
-Creo que alguien ha cogido un constipado por cabezota -me sonrío con autosuficiencia-
-JA JA, no tiene gracia -le miré con mala cara-
El resto del camino lo pasamos en silencio, cuando llegamos estaba a punti de salir del coche cuando...
-¡Espera! -me dijo-
Me di la vuelta y me dió una tarjeta con su número.
Me quedé asombrada mirándole, este rió por mi reacción y me dijo:
-Por sea caso algún día me necesitas no dudes en llamarme -me guiñó el ojo, cerró la puerta y se fue en seguida-
Cuando desperté de mi empanamiento, corrí hacia mi portal, una vez dentro me di cuenta de que me había quedado con su chaqueta...

Y ahora túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora