¡Las personas son a menudo un asco!
Definitivamente. Pero, no lo son todas y no lo son siempre. Somos miedosos, tenemos miedo de amar, tenemos miedo de entregarnos a una persona, a un comprometernos, tenemos miedo de terminar mal.
¡La vida no es para nada justa!
¿Y para quien sí? La vida podrá no ser justa, pero no siempre es igual, hay que aceptar que si hoy estas aquí son para vivir el momento y los problemas que trae.
La cosa es que no debería haber tal afán por tratar de eliminar todo lo que está mal en la vida, por tratar de ocultar o erradicar todo el dolor que sentimos y por solucionar todos los problemas por los que pasamos, lo cierto es que nada es perfecto y la felicidad es un concepto relativo.
Y suponiendo que pudieras, lo único que conseguirás seria sentirte vacío, sentir que no tiene sentido y porque de cierto modo la vida misma tampoco la tiene.
Nunca sabríamos lo que sería la felicidad si no conociéramos el dolor, ambos están tan ligados como la vida y la muerte, tanto que a veces de uno proviene el otro.
Nadie quiere que lo hagas, nadie te pide ser completamente feliz, no busques tal perfección, aprovecha, vive y recuerda tanto esos momentos felices y fugaces como los que te hacen sentir estúpido y te llenan de lágrimas.
De eso se trata vivir en el siglo 21, se trata de amar, de disfrutar, se trata de olvidar y dejar atrás.
Se trata de reconocer que hay millones de personas más en el mundo y que así como hoy despides un amigo mañana puedes tener 3 nuevos esperando por ti.
Se trata de dar sin recibir, de terminar relaciones casi tanto como las empiezas y se trata de amar lo más que puedas para luego dejarlo ir
Se trata de vivir nuevas experiencias, se trata de cometer errores y sentirse culpable por eso, de someterse al pecado para luego lamentarse por hacerlo.
De decepcionarse y de esas noches en vela añorando por una respuesta que de seguro no encontraras
Se trata de poder estar en una fiesta llena de personas sintiéndote vacío y de encontrarse en un cuarto a mitad de la noche con 3 personas sintiéndote dichoso de haberlos encontrado.
Se trata de envidiar, de temer, a la muerte, a los cambios, se trata de amar y odiar al mismo tiempo y ser agradecido por lo que te rodea.
Porque digan lo que digan no existe tal bien o mal, tal felicidad o tristeza, tal perfección. Imaginen que tan fácil sería la vida entonces.
Solo existe un revoltijo de emociones del cual eres rehén.
-LukeWritte
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Aferrandose al dolor
De Todo"¿Qué puede hacer un poeta sin dolor? Lo necesita tanto como a la maquina de escribir." - Charles Bukowski