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Había encontrado el casillero #78, lo abrí con la contraseña que me habían dado en la dirección, guardé varios de mis libros en él, lo cerré y me dispuse a ir al tercer piso, justo al aula 43 para tomar clase de álgebra. Era una escuela muy grande llena de gente de toda clase, la verdad es que no entiendo porque la gente se debe de agrupar.
Ya había tocado el timbre para comenzar la clase "perfecto, primer día de clase y llegaré tarde" pensé después de qué dejó de sonar. Cuando por fin pude encontrar el aula, toqué la puerta mientras que la abría, el profesor me volteó a ver y me miró con el ceño fruncido.

"Vaya, usted debe de ser la nueva estudiante" dijo el profesor mientras miraba unas hojas, yo sólo me mantuve callada esperando a que dijera algo "Mercedes Ramírez Hernández, ¿no es así? Llega tarde, pero se lo pasaré por ser el primer día, pase" en ese mismo instante me dirigí a la butaca que estaba pegada a la ventana y hasta atrás del salón.
La clase pasó rápido y callada, el profesor sólo se quejó sobre sus vacaciones y de qué debería de haber más de 4 horas de álgebra por semana.

El resto del día pasó rápido y silencioso. No conseguí hablar con nadie, varias chicas me miraban con odio, como si les fuera a robar algo, no me interesa en lo absoluto, en cualquier momento lograré hacer alguna amistad.
No me dejaron tareas para la tarde, así que decidí dar una vuelta antes de ir a casa, mi madre trabaja todo el día "sólo llegaré a casa a la hora de la comida y en la noche, no te preocupes tendremos el fin de semana para ambas y trataré de buscar un estudio de danza para que puedas seguir practicando" me dijo al segundo día de llegar a Londres.

Cuando salí de la escuela tomé el camino para ir a casa pero me desvié y llegué a un Starbuks, habia poca gente, pedí un smoothie de fresa con kiwi, salí y seguí caminando hasta que llegué a un parque, era gigante, iba a entrar pero recibí una llamada.
-Cariño, ¿En dónde estás? Te edtoy esperando aunque ya me tengo que ir- era mi madre.
-voy de camino a casa, no te preocupes.
-¿cómo te fue en tu primer día? ¿hiciste amigos?- me dijo muy emocionada.
-no mamá, hay tiempo-
-bueno hija te dejo, tengo que ir a trabajar, nos vemos en la noche-
-esta bien mamá, cuídate- dije para después colgar el teléfono.
El camino a casa fue rápido, no me habían dejado tarea asíque cuando llegué a casa decidí terminar de arreglar mi cuarto para después dormir.

Una Simple ChicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora