3.

1 0 0
                                    

Toda la semana fue igual, llegaba a la escuela, escuchaba cómo hablaban los profesores, regresaba a casa, comía algo y en la noche después de hacer mis deberes llegaba mamá, agotada por todo el trabajo, así que cebaramos juntas y nos íbamos a dormir.

El fin de semana me la pasé en cenas de trabajo de mi mamá, ella quería que conociera a sus socios quieb según yo son grandes empresarios y productores los cuáles, según mi madre, podrían ayudarme para mi futuro.

Lunes 6:30 a.m. otro inicio de semana, me puse una vestido negro con blanco, unas mallas, unos tenis con plataforma, una sudadera blanca y un binnie. Mi madre estaba en la cocina preparando el desayuno.
-buen día hija, hoy te ves muy linda.- ella es tan buena, estoy tan feliz que ahora se sienta llena ejerciendo su trabajo.
-buen día mamá- le contesté sonriente.
-quieres que te lleve al colegio?- me preguntó, sabía que si accedía se le haría tarde, pero si no, se podría sentir mal.
-no te preoupes, llevaré la patineta, mañana, te parece? - le sonreí haciéndole saber que no se preocupara.
-muy bien cariño- me dejó ver sus hermosos dientes blancos -bueno linda, me voy que se me hará tarde- besó mi cabello para después irse por la puerta de la entrada.
Cuando terminé de desayunar, agarré mi skate para salir de casa. Enfrente y como a dos casas de la mía había unas personas sacando unas maletas de una camioneta cuando vi a un chico de piel morena, ojos marrones desde donde yo estaba, su cabello bien peinado, Dios mío era el chico más apuesto que había visto en toda mi vida, me volteó a ver para después sonreirme y lo único que pude hacer fue voltear la mirada y justo a tiempo saltar una bolsa, regresé mi vista hacia el chico que me había sonreido pero él ya no estaba." ¡Vamos! Reacciona ¿crees que alguien se fijará en ti? Por favor".

Cuando llegué a la escuela pude sentir algunas miradas, de chicos y una que otra de chicas que tenían más maquillaje que... cualquier otra persona, no le di importancia y seguí hasta mi casillero. Todo el día estuve pensando en ese chico.
-hola, soy Scott- me dijo un chico un poco más alto que yo, de cabello castaño y ojos verdes amielados, ya era hora de la salida y estaba a punto de irme, sólo lo volte a ver seria como siempre.
-hola, soy Mercedes- le dije sin ninguna reacción en mi rostro.
-Lo siento, soy nuevo y no se, la verdad sólo te quería hablar-
-¿por qué?-
-la verdad no lo se-
No sabía que responder así que sólo me fui en mi skate, ya estaba en el gran fraccionamiento donde vivía y sólo quería llegar para ver si me encontraba con el chico de la mañana, pero no fue así, llegué a casa y estaba sola como siempre, me siento muy sola porque es una casa muy grande.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 09, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Una Simple ChicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora