cuatro años

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Samantha! baja!--

¿Habra sido un sueño o era que Alfred la llamaba para bajar?

Samantha!!-- Escucho la voz irritada de su tio, y unos sollozos de parte de su tia.
Se levanto rapidamente.
Con las piernas temblando bajó.
Estaba demasiado nerviosa y casi dormida aún. Fue ese momento es que recordo la advertencia de su tio.
"--ahora sera diferente--"

No pudo evitar que un escalofrio recorriera su espalda.

Cuando estuvo en la primera planta la escena que vio no ayudó a sus nervios.

En el centro del cuarto estaba una maleta y no cualquier maleta. Era la suya.
En el sofá estaba Antonia sentada y encogida con sus manos delicadas de porcelana en su cara. Lloraba desconsoladamente mientras su pelo liso y castaño caía hacia adelante.

Alfred la esperaba con una mirada de desprecio y burla. Su estatura alta hacia que se viera aún más imponente. Y esos ojos negros, brillantes e inyectados de ira completaban la imagen del ser más inhumano que podia existir.

¿Será que la echaría de su hogar?
¿la mandaría a otro lugar, país o galaxia?
No era por exagerar pero ella sabía que alfred haría lo sea con tal de que Sam se alejara de Marcos.

Una mar de dudas era ella. Avanzo despacio algo le decía que no apurara más lo inevitable.

""Samantha siéntate ahí algo que necesitas saber""-- dijo Alfred sentándose en el sofá cerca de su esposa-- "pues al parecer tu ya no entiendes eres terca y desobediente y te empeñas en hacer todo lo contrario a lo que yo te digo'"-- dijo calmadamente pero con ira a la vez.

"'Recuerdas ese internado en las afuera de la ciudad... pues ese será tu hogar"--

" ¿internado? ¿CÓMO?

¿Pero ... pero y de que trabajare? Yo no estudie nada como para trabajar educando --- dijo confundida.

"¿trabajar? jaja tu vas a estudiar... "--recalcó alfred.. empezaras en el primer curso con los jóvenes de 16.

--Al parecer se te olvida que yo tengo 20!!!--acotó irritada pero confundida.

--''Y a ti se te olvida mi trabajo y de lo que soy capaz... y recuerda que soy tu mayor así que mas respeto".--contestó indignado, con los dientes apretados y con unas ganas incontrolables de golpear a su sobrina.

--no! Me niego no iré--dijo rotundamente--

--Imaginé eso-- contestó alfred tirandole una bolsa pequeña de plástico.--mira lo de adentro.

Tomó la bolsa y adentro estaba de su pasaporte hasta su tarjeta de identificación con su fecha de nacimiento cuatro años después de la que en realidad era.

--"pero...como.."--

-- "te digo que soy capaz de todo, ahora eres samantha de 16 años y como todo joven deves ir al colegio".--término su explicación mirando a su esposa con algo de pena.

--"mira ve los cuatros años... no intestes comunicarte con Marcos y luego puedes hacer lo que te plazca" -- dijo lo último con un hilo de voz pero que samantha oyó a ala perfección.

Abrio sus ojos a más no poder....como dijo...no podia creerlo.

--si si si iré sólo cuatro años!!--dijo animandamente.

No podia creerlo estaba dando permiso ya lo había dicho, claro eran cuatros años pero esperaria lo haria para poder vivir por fin en paz con la persona que amaba.

Antonia había quedó en shock no podia creerlo... pero aun así su mirada tenía un poco de desconfianza y temor.

--"Muy bien ahora que está todo claro el bus que te llevara esta por salir"-- aclaró alfed mirando su reloj--" lo que necesitas esta en tu maleta sólo deves cambiarte y rápido"-- dijo y sin más palabras se fue.

Corrió a arreglarse estaba triste de irse, de no poder despedirse de sus amigos y de Marcos... pero habia algo diferente...tenia esperanza y haría lo que fuera para que terminara todo bien.

Solo cuatro años y todo estaría bien.

cuatro añosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora