No hay en el mundo fortuna menor, que la incapacidad de la mente humana para ver más allá de lo que las alucinaciones que la mente relaciona, que la mente se crea, y que de un momento a otro no se llega a ver la realidad.
Y al parecer ni yo el Gran Severus Snape, puede escapar de esta oscuridad, trato de recordar lo último que almacena mi mente y solo me llega ese horrible recuerdo del Señor tenebroso dando la orden a un dementor que logro controlar con los años, el aniquilarme, ya que su serpiente no había tenido éxito.
El solo sentir el frio, el miedo y ahora la oscuridad me hace sentir tan débil y frágil, como si mi alma se pueda cortar como el papel y mi mente la secundaria.
Y si me pongo a pensar como llegue a esto, como logre que mi vida llegara a este punto, que eche mi vida por un lado y solo para seguir a una mujer que ahora que lo pienso, no me merecía.
Ella me causo esta soledad y ahora por su culpa me encuentro en este lugar, que no se ve que tenga principio o tenga final y que solo la desesperación de no ver más allá de mi mano, me causa mucha confusión.
Comienzo a moverme aunque sé que será en vano, no logro ver exactamente a donde me dirijo, pero el quedarme parado no servirá de nada; a pesar de caminar el frio no dejaba mi cuerpo apoderándose de cada hueso que habitaba en mí.
A pesar de eso, seguí caminando y de repente escucho unos pasos arrastrándose que se acercaban a mí, el hecho de que no podía ver nada no me ayudaba y no podía ponerme en guardia, esos pasos hacían eco y era difícil saber de qué dirección se acercaban.
Me quede estático en mi lugar esperando que mi enemigo se hiciera presente pero los pasos se detuvieron sin más y el silencio volvió a reinar.
Seguí caminando esperando una nueva respuesta de ese ser que al parecer me demostró que no me encontraba tan solo en esta inmensa oscuridad; observaba a mi alrededor esperando ver algo, un rayo de luz, la desesperación se apoderaba más de mí, y era difícil mantener el control con el frio que se apoderaba de mí.De un momento a otro gire la mirada y vi a la Señorita Granger frente a mí pero no lucia como si la batalla hubiera dejado marcas en ella, lucia...
Como si Voldemort se hubiera apoderado de su alma, su alma ya no estaba en ella, su cuerpo solo reinaba, se veía demacrada, triste y me miraba como si yo fuera el culpable, me miro y no se movió de su lugar y yo tampoco me atreví.
Pero la veía tan frágil, tan pequeña que no pude evitar querer tocarla, pero ella se hizo para atrás con temor y lloro frente a mí, me intente acercar, pero ella corrió, dejándome impresionado, sabía que su cuerpo ya no estaba vivo y lo que reflejaba su alma solo era dolor.
Corrí por impulso detrás de ella, pero era inútil, la oscuridad me la privo, me detuve, respire impulsivo por el esfuerzo ejercido y el recuerdo de ella me llego a la mente.
Ella siempre fue especial, siempre alegre, siempre optimista, pero nunca mía, desde cuarto año, sabía que mi mente, alma y corazón ya no pertenecían a Lily, solo pertenecían a ella, a Hermione Granger, y era algo que me llevaría a la tumba.
Recordé el rostro que acababa de ver y sabia pero no quería verlo, eso era un pensamiento muy triste y doloroso, no podía pensar que ella ya no tuviera vida, y que posiblemente me culpaba por que no llegue a salvarla, era muy doloroso pensar que se escapó de mis manos como si fuera el culpable de su dolor, de su horrible destino y que huyera, como si la fuera a lastimar.
No podía ser así...
No podía.
Seguí caminando, completamente desesperado, me quite la capa que poseía aquí no me servía de nada y la levita que traía comenzaba a sofocarme, quería salir de aquí, saber que paso, que paso con la Señorita Granger.
Me detuve, no quise continuar, el frio que sentía era demasiado que detenía mis pasos por el dolor que sentía al mover los pies, y el dolor de la cara de Granger, no podía ni quería volver a verla.
Me hinque y por primera vez en años...
Llore.
La desesperación, la desolación, el frio y todo lo que sentía en ese instante, sabía que quería explotar y no podía, eso era lo mejor y no podía.
Me levante a duras penas ya que el frio me consumía y cuando alce la mirada ella estaba ahí otra vez, sangraba lentamente de su frente y la tristeza llenaba sus ojos.
-. ¿Usted quería esto, no es así? -. Me lo dijo en un susurro. -. ¿¡Cierto!? -. Grito más fuerte.
Y yo no sabía cómo reaccionar.
-. Claro que no, escúcheme -. Se lo dije pero su ira se reflejaba más en su mirada.
-. ¡No mienta! Siempre busco mi dolor, siempre me hizo daño ahora termine lo que empezó -. La Señorita Granger se acercó a mí y yo retrocedí con miedo, esa mirada no era de ella, se siguio acercando y caí para atrás cerrando los ojos por instinto.
Los volví a abrir y vi a Hogwarts, como si lo viera a través de una ventana, veía ese dolor de estudiantes caídos, y de un momento a otro la imagen cambio, en medio de destrozos la vi...
A ella sola, triste y olvidada, y sabía que tenía razón, yo se lo provoque, debí estar ahí para defenderla.
Ese ser atravesó el espejo y se paró frente a mí, sus ojos no eran de ese suave color café que destilaban pureza, sino de un negro profundo que destilaba odio, volví a caer y ella me rodeo.
-. No siga por favor -. Yo que vi a la muerte a la cara, enfrente al mismo Voldemort cuando se supo la verdad de todo, ahora suplicaba por el perdón de esa mujer que me acusaba de ser el culpable de su dolor...
De su muerte.
-. Usted no siga, usted me hizo esto, ¿Dónde estabas? ¿¡Donde!? -. Ella gritaba y su voz era profunda y dolía como si te traspasara el alma, mi destrozada y congelada alma.
El frio me atormentaba, sus gritos me helaban mi alma y solo me hinque y espere mi destino, si era experimentar el dolor antes de morir ya era suficiente...
Ya era suficiente...
Ya era suficiente.
CONTINUARA... NOX
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De la muerte a su beso
RomanceSeverus experimentara no solo su mayor miedo, sino tambien el secreto de sus sentimientos hacia Hermione, algo que juraria se llevaria a la tumba... Pero todo puede cambiar.