hope

4 1 0
                                    

A todos nos ha pasado alguna vez; nos enamoramos de aquella persona que menos nos conviene, no porque sea una mala persona, simplemente porque no nos quiere. Te torturas a ti mismo pensando cuando te va a escribir, si volverá a hacerlo a pesar de que ya han pasado dos semana desde la última vez que hablasteis. Miras sus redes sociales y no puedes evitar sentirte herido al ver que continúa con su vida, que sigue adelante, viviendo, disfrutando. Mientras tu sufres porque se acuerde de ti, lees los antiguos mensajes buscando que fue lo que hiciste mal y no encuentras nada. Por fin decides seguir adelante, te dices a ti mismo que lo que tiene que ser será y no te preocupas más por el tema; tus visitas a su perfil son cada vez menos frecuentes, tus pensamientos sobre esa persona se disipan lentamente, hasta que ya no queda más que un recuerdo de una persona que te gustó. Y algo que hubiera sido fuego muere antes de tener chispa. Poco después conocerás otra de esas personas y no podrás evitar pensar en la anterior y preguntarte que hubiera pasado si... No se sabe que, pero sabes que es esa persona que aunque no te llegue a querer jamás tu siempre la querrás, a pesar de que luego tengas más parejas siempre hay alguien que te tiene en su anzuelo y si tira del sedal, lo dejas todo y le sigues aunque eso signifique acabar en la sartén. Porque el amor no atiende a razones, llega y lo arrasa todo a su paso sin importarle nada, pasional, abrasador y efímero: amor.

HolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora