Narra ___ (TN)
Dashlia después del raro reencuentro que tuvimos, se despidió de mí y de D.O y se fue lo más rápido que pudo.
• ¿Quién era ella? –Me dijo D.O, mirando a lo lejos a Dash-
• Ah, ella es mi mejor amiga –Le respondí, llevándome una mano hacia mi frente-
Este solo se quedó pensativo por un momento y no me dijo nada.
• Me quiero ir a casa.
Dios mío, lo único que quiero hacer en este preciso momento es irme a mi casa y aunque sea poder descansar por un momento, porque el dolor de cabeza seguía y creo que cada vez me empeoraba más y más.
D.O no me dijo nada, solo asintió y comenzó a caminar, en una dirección desconocida. Sólo me limité a caminar detrás de él.
No sé qué es lo que le pasaba, pero tampoco no tenía ganas de preguntárselo, ya me lo diría él.
• Yo conozco a esa chica, lo sé. En algún lugar la he visto. –Musito despacio, no tengo ni la menor idea de lo que se refiere diciendo eso-
• ¿Qué?
• Dashlia.
• ¿Qué pasa con ella? –El golpe que me di fue muy fuerte o yo no estoy entendiendo lo que pasa, porque me siento más estúpida de lo normal-
• La conozco, de algún lugar la conozco, pero no recuerdo de dónde. –Se paró en seco frente a mí, observándome detenidamente-
Sólo me limite a encogerme de hombros.
Lo siento D.O, pero hoy no voy a andar de investigadora.
Hoy no.
• Ya adiós, D.O me voy a mi casa. –Dije seria-
• Pero…
• Pero nada, me siento como la mierda. Adiós.
Me acerque a él y le di un casto beso sobre la mejilla y me fui hacia mi casa.
Di un gran bostezo, estaba muy cansada y para colmo me dolía la cabeza.
Miré de reojo hacia una casa, que tenía prendida la luz del patio delantero. De pronto vi la sombra de alguien que se me hacía familiar.
Seguí mi camino, ignorándolo por completo.
Suspire y camine aún más rápido.
Ahogue un grito, sujetándome la cabeza con ambas manos. De pronto sentí mis mejillas empapadas de lágrimas, el golpe que me había dado no había sido tan fuerte, pero aun así me dolía demasiado la cabeza.
Saqué mi celular y le marqué a D.O, tenía el celular apagado.
Genial, pensé. –Nótese el sarcasmo-
Aún faltaban muchas cuadras para llegar a mi casa, así que desvié mi camino y me dirigí hacia el hospital.
Ya estaba todo oscuro y tan solo eran las 20.15 pm, lo único que iluminaba eran las farolas de la calle y la Luna.
Suspiré, me dolía todo.
Vi cómo se acercaba hacía mí aquella persona que había visto hace un rato.
Mi vista se nublo y caí al piso de golpe en seco.
***
Desperté en un lugar completamente desconocido para mí, estaba recostada sobre un sofá.
Mire con sumo cuidado hacia todos lados.
No reconocí el lugar.
• ¡____ (TN)! –Grito alguien de pronto, en cuanto se dio cuenta de que estaba despierta.
Me sobresalté y mire al responsable de aquel grito.
¿¡SEHUN?! ¿¡Qué?!
No podía ser cierto, pestañee rápidamente varias veces, hasta que este se dio cuenta de que no reaccionaba, se acercó a mí y como pudo me estrecho sobre sus brazos.
