Alexander se estaba levantando. Eran las 7:00, como de costumbre.
Era un 9 de enero del 1851.
Alexander, era un hombre alto y delgado. Solía llevar un chaquetón de un tono más bien grisáceo.
Entro a la cocina, un cuarto pequeño, de hecho, en general, no era una casa grande.
Alexander vivía solo. No necesitaba más que un pequeño piso en los barrios más bajos de Beverly Hills.
Alexander se tomó una simple leche y unas tostadas.
Le gustaba vestir más bien como un inglés.
De hecho es de allí de donde era. Nació en una muy pequeña clínica que estaba sobre una tranquila colina.
Desde allí se podía ver incluso el Big Ben. Una vez vestido, Alexander salió de casa a las 8:00.
Cogió su bici y se fué a su agencia de detectives, es decir, su trabajo.
No quedaba muy lejos de su casa. Unas 12 calles, además, el iba en una bici clásica de paseo. Le encantaba ir en bici.
No tardó más de 10 minutos en llegar a su trabajo. Cuando llegó lo saludó su único compañero de trabajo, Eddie Thompson. Se llevaban muy bien. Habían resuelto muchos casos juntos.
-Hola, que tal la mañana? Preguntó Eddie con tono retónico.
El sabía que Alexander se levantaba muy disperso por las mañana y cometía errores tontos hasta que un poco más tarde
ya se le pasaba. Eddie encendió una pipa. Alexander no fumaba pero aún así no le importaba que eddie fumara delante de él.
Alexander aprovechó para preguntar.
-Alguna notícia?
-Si! Exclamó Eddie con fuerzas
-Que?
-Un hombre ha robado el diamante más caro de Beverly Hills. Además, en el robo, el criminal se vió obligado a cometer tres asesinatos por ello.
Quienes, y donde!?
-En la casa de la família multimillonaria Wesvern, que esta situada encima de la colina Greenstack. Murieron Charles, Jessica y James Wesvern. Es decir La madre y los dos hijos mayores, ambos de 30 años, eran gemelos.
-Quien cometió el delito?
-La verdad es que aún no se sabe. Pero la gran noticía es que los que tendrán que resolver el crimen somos nosotros!
