Cartas a Madrid.

02-11-15

Querido A:

Le empezado a escribir un mensaje donde le decía que por qué no volvemos, pero lo he borrado antes de enviarlo.
Lo he borrado porque me he dado cuenta de que no quiero que vuelva.

En serio, no quiero que lo haga.

Aunque algunas noches me agobie pensando que nunca más volveré a besarlo, que nunca más volverá a acariciarme.

No quiero que lo haga porque he estado pensando en qué hubiera pasado si aquella tarde no hubiera decidido irse, he visualizado cómo sería mi vida con él y, por primera vez, no me ha gustado.

No me ha gustado porque quiero ser la protagonista de la película, no una simple actriz secundaria.

No quiero conformarme con las migajas del pastel, lo quiero entero...Y él no iba a darmelo.

Porque nunca me quiso.... O tal vez sí, vete tú a saber....

Pero lo cierto es que su forma de querer no me gusta... Porque yo se lo di todo, con palabras, con actos e incluso con letras.

Porque sí, le he escrito mucho, muchísimo pero nunca lo sabrá porque no le interesó saberlo, porque nunca se molestó en preguntar...Eso no es importante, decía.

Para él nunca fui suficiente... Y me duele.

Me duele el orgullo -que tantas veces perdí por él- me duele las ilusiones rotas y el tiempo perdido en una relación donde solo estaba yo luchando por algo que creía nuestro.

Debería darle las gracias por haberse ido, por haberme abandonado cuando más lo necesitaba, por actuar como si yo fuera una desconocida que no merece ni un hola suyo...

En serio, gracias.

Me ha hecho ver que clase de persona no quiero a mi lado, algún día alguien llegará a reconstruir las ruinas que dejó y entonces sabré cómo es que me quieran como yo le quise, sin censura...

Mientras tanto, no quiero que aparezca en ningún momento para pisotear los restos que quedan de mí.

-M