31-12-15

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Querido A:

Diciembre es la época más triste y la más bonita del año.
 
Bonita porque ves a gente que no has visto por mucho tiempo y triste porque toca sentarse en la mesa y ver cuántos no se volverán a sentar nunca más.
 
Las luces comienzan a llenar la ciudad, el olor a ponche es irremediablemente nostálgico, los anuncios navideños invaden la televisión y la gente habla sobre las posadas y fiestas...
 
Y me pongo a pensar en cuántas personas se fueron quedando en el camino este año; a cuántas les dije adiós entre suspiros que producían cierto dolor en mis pulmones; a cuántas personas les llamé con desesperación porque realmente estaba con muchas ansias...  Y, joder, cuánto tiempo es un año, ¿un suspiro?
 
Supongo, porque el tiempo se pasa tan rápido, que es prácticamente imposible detenerse a observar el paisaje.
 
Cierras los ojos, estás aquí; los abres, estás allá.
 
En un pestañeo suceden cambios, y yo no sé si he cambiado, y si lo he hecho, espero que para bien, porque detestaría la idea de ser alguien que odio ser...

-M


Cartas a Madrid.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora