capitulo #14 Los secretos brotan

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las horas pasaban y cada vez se hacia mas eterno, papa me decía una y otra vez "revisa la contabilidad, rectifica todas las veces que necesites para que todo este correcto" lamentable mente era buena en lo que hacia papa  confiaba mucho en mi y en lo que hacia.

pero ya estaba cansada llevaba mas de dos horas sentada en una silla muy plana que no te brinda nada de comodidad, por lo menos la oficina era grande y espaciosa no de esas en las cuales no cabe una personas.

-¿por favor Emma podrías llevar estos papeles al presidente?- acercándose a mi mesa pone unos papeles justos en mi mano  y me dirige una mira hacia el corredor.

salí por la puerta de vidrio y me dirigí a caminar por el pasillo. pase por cuatro oficina hasta llegar a la secretaria del presidente.

-Hola, disculpe se encuentra el  presidente- la secretaria estaba hablando  por teléfono y anotando muchos números yo solo observaba su desgracia hasta que se decidió hablarme.

-si pasa  por favor, te esta esperando. - me miro de reojo y con su mano me insistió en que pasara a la oficina, simplemente continuo con lo suyo. Que gran atención.

Me acerque a la puerta y escuche muchas voces al parecer a la secretaria se le olvido un pequeño detalle esta acompañado que mal. En realidad solo quería devolverme y entregarlos después pero sabia muy bien que mi padre no estaría muy contento con mi decisión. tomo valor y me acerco a la puerta tocándola varias veces hasta poder escuchar un "pase".

tome la manilla de la puerta  en mis manos y abrí con mucho cuidado al entrar lo primero que note fue lo grande que era la oficina había muchos estantes de libros con un gran escritorio.

-Adelante - en ese momento se vinieron muchas ideas a mi cabeza y una de esas era la advertencia de mi padre saludar al personal.

"Hola mucho gusto mi nombre es Emma... W..."- y fui interrumpida por su gran voz.

"Si claro Emma... tu padre habla mucho de ti futura  contadora"- si claro contadora, lo mío no es eso yo quiero ser una gran escritora amo escribir y nadie permitirá que yo dejé de escribir.

El señor Lucas o más bien el presidente como lo debo de llamar me pido que tomará asiento pero yo no quería porque simplemente estaba acompañado.

La persona que estaba sentada justo al frente del escritorio y dándome la espalda se me hacía muy conocida donde lo había visto seguro que en la empresa pero donde mas.

De repente gira su cuerpo  y una gran sorpresa llega a mis ojos al ver a alex justo delante de mi. No lo creía que hacía Alex aquí.

-Em..m..aa- quien lo creería Alex estaba justo delante mío.tragarme tierra.

-¿Alex?.

El señor Lucas nos miro y luego se echó a reír como si esto tuviera gracia.

-Quien diría que el mundo sería tan pequeño - Alex mi miró y sonrió esa hermosa y linda sonrisa.

-Mi padre me pidió que le entregará estos archivos- me acerqué al escritorio y los puse di media vuelta y camine hacia la puerta.

-Espera- escuchó una voz detrás de mi.

-¿Porque no sientas y charlamos?- volteo mi cuerpo y veo que el presidente esta de pie señalado un asiento justo al lado de Alex.

Al escuchar esas palabras inmediatamente mi cuerpo hizo caso y asistió a la orden Dadá.
Estaba justo al lado de Alex el no podía dejar de mirarme y yo a él, se veía tan guapo.

Lo Que el Viento se Llevó©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora