Capitulo 3.

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- Tsk,n-no digas estupideces,dejemos eso de lado,debemos hacer el trabajo que te encargaron!.- El chico desvio la mirada un tanto molesto y con leve rubor en sus mejillas,que mejor evadir el tema con el trabajo que le habían pedido a su maestro.



- ¡Oh! Tienes razón,deprisa.- Exclamó el oji-azul,para después extender su mano y gritar a todo pulmón.- ¡Ven,Sekki!.- Segundos después el rubio había dejado su forma humana para convertirse en dos filosas y plateadas espadas.- Yato,tus manos...



- ¿Hm?.- Preguntó el contrario,pues no sabia a lo que se refería su compañero.



- Están sudorosas.- Realmente no quiso decir eso,lo que el quería decir era "Están cálidas",pero le daba vergüenza decirlo.



- Ah,lo siento.- Se disculpó con una leve sonrisa.- Andando!



Pasaron horas hasta que nuevamente cayo la noche,su trabajo había acabado,fueron a donde se encontraba Kofuku,pues ahí era donde se hospedaban,Yukine y Yato solo saludaron y los dos directamente fueron al cuarto que compartían.



- Uh,ahora están muy cansados,no crees Daikoku?.- Mencionó la diosa peli rosada con su característica sonrisa.



- Tiene razón,mi señora.- Rascó su nuca un tanto confuso.



- Será mejor dejarlos descansar.- Dijo mientras daba un sorbo a su te tibio.




En el cuarto donde se encontraba el dios y su preciado Shinki,estaban totalmente dormidos,cada quien en un futon,hasta que Yukine,sintió algo extraño en su espalda,se sentía cálido,era el cuerpo de su maestro Yato,que le estaba abrazando




- Y-Yu..kine.- Dijo con dificultad el mayor.



- ¿Que pasa yato?.- Pregunto algo preocupado.



- Perdóname pero ya no aguanto.- Mencionó posándose encima del joven,haciendo que el Shinki le diera la espalda nuevamente,Yato quito los pantalones y boxers impropios ,dejando su miembro al descubierto,comenzando a masturbarlo de forma suave.



- A-Ah...Y-Yato...ahora...- El chico cerrando su puño,y gimiendo tras sentir aquel placer,no pudo evitar gemir mas fuerte,por lo que su mayor tapo su boca,llenándola de saliva.



- Oh,Yukki,eres un chico lascivo.- Mencionó Yato con cierta perversion acompañada de una sonrisa ladina.



- N-No digas eso! E-Eso es porque tu...Ahh.- Era difícil para el joven sacar palabras,era demasiado la excitación que le era imposible hablar.



- Te hago sentir bien?.- Se acercó al oído del joven para comenzar a lamerlo de forma que el contrario tambien se excitara,Yato por su parte,ya estaba al limite por lo que dejo de hacer aquella labor,ordenándole al menor darse la vuelta.



- Yukine,por favor.- Se sacó el pantalón al igual que los boxers dejándole a la vista su miembro al chico,que algo tímido lo tomó en manos.



- Y-Yato,¿Estas seguro?.- Pregunto con ese carácter sumiso y lindo,que tanto amaba el Dios.


- A-Apresúrate.- Entonces el rubio,metió a su cavidad bucal,el miembro del mayor,haciendo varios movimientos con su lengua para satisfacerle,dejando a su vez marcas de saliva,segundos después el oji-azul,se corrió en la boca del Shinki,a su vez que el otro lo tragaba con dificultad,pues nunca había hecho aquello alguna vez en su vida.



- Y-Yato...- Llamó el rubio,con su boca cubierta de aquel liquido blanco,el joven se acercó al de jersey,juntando sus labios con los de el, formando un tierno beso.



A la mañana siguiente,los dos despertaron tras aquella noche de cosas obscenas,según en el pensamiento de la regalía.

- Vayamos a desayunar Yukine,me muero de hambre.- Musito el Dios con algo de sueño.



- Claro.- Dijo Yukine con un leve sonrojo,ese sueño que tenia su maestro, sabia muy bien el porque.



Los dos bajaron,a la sala en donde se encontraban Daikoku y la Diosa de la pobreza.



- Buenos dias Yato-Chan!,Yuki! ¿Como amanecieron?.- Cuestionó la peli rosa con la energía que siempre tenia.



- Muy bien.- Respondieron al unísono.



- ¿Que les pasa? Están muy raros.- Ahora era Daikoku el que preguntaba.



- No es nada,solo estamos algo cansados por tanta búsqueda de Ayakashis eso es todo.- Mencionó Yato con indiferencia y rascándose la nuca.



- Uh,bueno dejando eso de lado.-Kofuku observó a Yukine y sonrió gentilmente.- Yukki,Hiyorin quiere que vayas a su casa,dice que te aplicara unos exámenes muy importantes.



- Ah,claro enseguida voy.- Mencionó con una gran sonrisa,desayunaron como comúnmente lo hacían,Yukine se preparó para ir a donde Hiyori,dejando ignorado al pobre dios de la calamidad.



- Hey,Yukine,yo tambien quiero ir.- Hizo un puchero.



- No! Quédate aqui! Hare exámenes y debo concentrarme!.- Contesto como siempre lo hacia el rubio.



- Pero...- Seguía con aquel puchero.



- Pero nada,ahora debo irme,nos vemos.- El rubio salio a toda velocidad donde la chica castaña lo había citado,dejando triste y solo al pobre Dios Yatogami.



- Ya veremos...- Esbozo una sonrisa malévola y graciosa a la vez,no dejaría que el chico se le escapara tan fácilmente.


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Adivinen! Si! Vamos de nuevo con lo hard Kya !
Solo esperen (???)

Los amo *3*

Att:KawaiiNyu

ME PERTENECES  ━ yato x yukineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora