El honor de un samurái

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He de defender mi honor.

Con mi espada.

Y enfrentar al enemigo.

Así sea en la más cruel batalla.

Esa semana me encontraba bastante molesto. . . solté un suspiro mirando la luna llena. . . intentando calmarme pensar con la cabeza de un impávido obviamente si decía que ella. . . tenía un revólver y estaba amenazando con matarme. . . todos me tomaría de un loco. . . no. . . No puedo hacer eso. . . tampoco puedo retarla a un duelo. . . no estamos en mi pueblo natal como para hacerlo. . . pero como me gustaría estarlo. . . retarla al duelo. . . Y degollarle el cuello con mi espada. . . no me gusta teñir a Miburi de sangre. . . pero siendo que a torturado y arrebatado lo más importante para mí. . . mi alma de guerrero se encuentra inquieta. . . por cobrar venganza y restituir el honor que se le fue arrebatado.

Era ya tarde. . . lo sabía. . . mire hacia el balcón de Kaito-san esa bruja no estaría allí de eso estoy seguro la vi encerrarse en su habitación molesta luego de que no logro alborotar mi temple, que aunque no serena puedo fingir lo suficiente para no darle importancia. . . me subí al pretil de mi balcón y de un salto llegue al de Kaito-san, sonreí. . . le mire allí. . . sentado en su cama en posición fetal de seguro sollozaba. . . ¿Cuántas lágrimas has derramado? Toque la ventana cerrada... su mirada de sorpresa no se hizo esperar yo solo te sonreí... te acercaste a abrirme y no pude evitar abrazarte.

-Gakupo-san -pronuncio sorprendido -

-perdóname, por haber sido un idiota. . . todo este tiempo sin ver lo que sufrías. . . estuve ciego. . . lo lamento tanto -él me miro acariciando mi mejilla -

-Dime que esto no es un espejismo de la luna y que en realidad es usted -pronuncio, sus ojos mares mostraban al fin un fino brillo. . . muy opacado por la tristeza, o como extrañaba el brillo en esos mares -

-Soy yo. . . el que se encuentra entre tus brazos. . . que tan febril será el sueño de tenerte -Bese la mano que me acariciaba haciéndole sonreír mientras colocaba su cabeza en mi pecho -

-¿me has perdonado? -me pregunto inseguro -

-No he tenido nada que perdonar. . . lo has hecho para salvarme. . . pero yo no necesito de quien me salve Kaito-san -Respondí, te separarte de mí -

-Quería ser el caballero que te salvara y a la final. . . termine siendo la damisela en peligro -Murmuro mientras se sentaba en la cama -

-Entonces usted es la más hermosa damisela que he visto -Me miro un poco enojado y luego rio-

-¿Qué hace en mi habitación Gakupo-san? -Me pregunto -

-Quería. . . verte. . . sé que te veo toda las mañanas. . . tardes y noches. .. Pero sin encontrarnos en las circunstancias hostiles de siempre. . . ya sabe el fingir que le odio -Respondí llegando a su lado para sentarme -. . . esta vez quiero pedirlo propiamente. . . Kaito-san. . . ¿me dejarías besarte?

-Creo que eso no deberías preguntarlo -Contestó -

-Creo que es necesario la última vez recibí una bofetada -Comenté su mirada se mostró triste y él fue quien me beso -

Mi mano fue a pasar a su cabello profundizando aquel beso mientras abría esa dulce caverna permitiéndome explorar a mi placer y jugar con mi compañera, sus manos se aferraban fuerte a mis hombros hasta que me tiro a la cama. . . nos separamos para recuperar la respiración al tener solo un poco de aíre nos volvimos a besar con ferocidad. . . aquello que tanto necesitábamos.

Solo una noche entre tus brazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora