Prólogo

101 8 2
                                    

Tercer dia de investigación:
El inspector López seguía atascado en su insaciable investigación sobre el asesinato de Andrea Peñaranda, esta investigación se hacia más pesada con forme pasaba el tiempo, asi que el inspector decidió volver atrás en sus pasos...

Dia del asesinato:
Acababa de llegar del trabajo. Fue un dia duro, hubo múltiples despidos, entre esas personas había gente con varios hijos, pero la empresa era lo primero...
Decidí darme una ducha, para aliviar tensiones. Empecé a preparar la ducha, pero antes puse agua a hervir. Posteriormente tenía pensado cenar unas patatas asadas o unos huevos cocidos, dejé pues el agua a fuego lento. Me dispuse a entrar a la ducha cuando me pareció escuchar la puerta del garaje, no me preocupaba, pues pensé que sería mi marido. Cuando comencé a cubrir mi cuerpo con el gel de aroma a eucalipto oí un ruido muy fuerte y se me escurrió la esponja, impactando contra el frío suelo de la ducha.
Lo siguiente que recuerdo es ver el agua teñida de rojo y sentir como mi cuerpo iba librándose de su peso físico...

A los días, hubo una denuncia de asesinato, el caso se me asignó a mi, pensé que en un par de días estaría resuelto...

Primer dia de investigación:

Me disponía a ir a la escena del crimen, me despedí de mi amada hija, Alexia, después de mi madre, que llevaba viviendo conmigo siete años, desde el asesinato de mi esposa, Alexia tiene 16 años y cumplidos en Enero el dia 20, ella es mi única hija, mi mayor tesoro.
Cuando llegué a la escena del crimen observé el entorno, era un pueblo pintoresco, y lleno de vida, menos por una casa precintada.
Entré a la casa, todo estaba ordenado salvo varias cosas que estaban en el suelo.
Subí las escaleras, todo seguía igual de limpio, descarté un robo.
Entré al cuarto de baño, la verdadera escena del crimen.
Allí se encontraba el cuerpo de una chica morena envuelto en sangre y cortinas que debieron enredarse al caer el cuerpo inerte.
La víctima me era familiar...
A la media hora llegó Silvio, mi leal ayudante, un chico espabilado pero torpe a veces, él tenía la información de la víctima.
Cuando dijo su nombre la recordé, Andrea Peñaranda...
¡Mi cuñada! La hermana de Catherin, mi difunta esposa...
Presentaba un agujero de bala en el pecho, no tenía marcas de forcejeo, por lo que no se dio cuenta de que alguien la estaba vigilando desde la espalda.
Encontré la bala en la pared, incrustada cual diamante en la pared de la mina.
La envié a balística para que la analizaran.
Otra hora después apareció la forense para transportar el cadáver al almacén.
Yo estaba petrificado, no sabía como actuar, pensé que podría ser el mismo asesino que mató a Catherin, ya que su caso seguía sin respuesta.
No muy seguro de mi mismo llegué a la conclusión de que iban a por mí familia, asi que raudo cual relámpago llamé a mi madre para que recogiese a Alexia del instituto y la llevase a casa consigo.

De vuelta en comisaría quise empezar a buscar pruebas o cualquier cosa que indicase quien fue el culpable, pero no había nada, solo aquella bala que mandé analizar...

Llegué pronto a casa, eran la 22:30 cuando llegué, me hice una cena ligera, y me metí en la cama, debía pensar.

Segundo dia de investigación:

Eran las 02:00 cuando me desperté aterrado, tuve una horrible pesadilla, ese hombre enmascarado entró a casa y torturaba a mi hija y a mi madre.

No dormí más, no podía, no quería.
Pasadas las 07:20 me tomé un café bien cargado para recargar las pilas, ya que se avecinaba un dia largo...

De camino al trabajo recibí una llamada de la capitana de mi comisaría, se la oía muy alterada, le pregunté el por qué de su llamada.
Ella, más tranquila me comunicó que tenían detenido a un posible sospechoso y que yo debía interogarlo. Me di toda la prisa que me fue posible porque quería llegar cuanto antes...

Blooding in the showerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora