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Epilogo

Han pasado 7 meses exactamente desde que la perdí, desde que lo dañe todo, desde que la destruí.

No volví a saber nada de ella, cambió su número, todo lo que me permitiera comunicarme.

Pero no sólo la había perdido a ella, ese día Isabella me había gritado y había dicho tantas cosas que no eran más que la realidad; desde ese día entre los dos nada volvió a ser lo mismo y dolía.

Hoy, tuve que ir a recogerla pues Nash no podía, pero tenía miedo; ella no me hablaba y cuando lo hacía siempre se refería a ella

Llegue y la vi, pero estaba hablando con alguien, me acerqué y lo pude ver. Era ella esa persona que me había sacado tantas sonrisas.

Camine lento, pero ella notó mi presencia y inmediatamente tomo un camino diferente.

Me quedo estático, mientras Isabella me mira y me decía con la mirada que fuera tras ella, y ahí me decidí, no dejaría que ella se volviera a ir ante mis ojos. No la perdería de nuevo.

Corrí y la abraze, sollozando en su cuello; la había extrañado como a nadie.

Perdóname, perdóname- susurre en su cuello mientras me separaba

¿Cómo quieres que lo haga? Me destruiste- sus palabras me dolieron, ella no había vuelto a ser la misma, se le notaba

Perdón, es solo que me asustaba el compromiso; me daba miedo que eso lo dañara todo y te perdiera porque eso me dolería. Pero no me di cuenta de que te hice más daño.

Yo...- y ahí me besó, dándome a entender que nada entre nosotros había cambiado- te perdono

Sonreí y le di vueltas, me sentía otra vez completo, lleno. La tenía a ella y eso me bastaba.

Y tomándola de la mano me dirigí a casa, a donde los dos pertenecíamos, porque nos necesitábamos el uno al otro y no la perdería de nuevo, esta vez no.

                                                   Porque la amo