"El Niñero"[2TEMPORADA]

El niñero - Capitulo O8

  —¡______, amor! ¿Donde estas?—dijo muy preocupado, se notaba fácilmente en su tono
—En...en un lugar, Mario, ahora no tengo ganas de hablar—dije a punto de soltarme en llanto
—¿Que te sucede?
—Mario, na...
—¿Donde te encuentras?—me interrumpió
—Cerca de la clínica, en un parque; pero Mar...
—Ya voy—colgó
Intente secarme las lagrimas y me puse a caminar...Escuche un carro aparcar, supuse que era Mario, segundos después me tomaron de la cintura
—Amor—En efecto, era Mario—¿Que sucede?
—Mario, yo....
—¡Yo que! ¡Vamos, dime!, ¿Qué puede ser tan malo?
—Algo... Sé que después que te diga esto te enfadarás, me dejarás, no querrás saber más de mi... te hice perder el tiempo y lo sé pero...—me calló con un beso
—No, amor. Yo TE AMO—recalcó— No importa que ocurra, eres muy importante para mí. Ni aunque me engañarás lo dejaría de hacer...¿Acaso es eso?¿Me engañas?. Porque si es así me desarmaría ahora...eres mi vida, ¿lo entiendes?. Mi vida
—No, no te engaño—negué— Es algo... algo aún peor
—No hay cosa más terrible que eso
—Si que lo hay
—_______, dime por favor ya. No entiendes que me estoy desesperando. ¿Qué hizo que mi esposa se ponga así?, ¿Quién? Dime ahora mismo y lo mató
—Pues mátame—Mario me miró confundido— Esto es, Mario—saqué el papel arrugado de mi bolso y se lo entregue, el lo tomó y yo me eché a correr por el parque, no tenía cara para verlo, no tenía el derecho de verlo. Me sentía inservible, una basura. Me situé junto a un árbol, era un llanto inconsolable. No sabía si sentía miedo, furia, tristeza... Todo al mismo tiempo, cargaba en mí un gran peso, uno que a los 23 años me era difícil digerir. Todo era mi culpa, desde un principio, cuando me enamore de mi niñero, pero era él y su estúpido encanto, era demasiado perfecto para mi, demasiado. No se merecía a alguien como yo. Debía de dejarme, por su bien. De alguna manera haría que él me dejará, no creo que me amé tanto, no soy nadie. Sentí unos pasos apresurados y rápidamente llegaron a mí
—______, yo...
—No digas nada, si me vas a dejar; déjame. No te pienso negar el derecho de formar tu familia
—Pero no quiero formar una familia si no te tengo a ti a mi lado
—Pero conmigo eso jamás pasará
—Contigo y conmigo basta
—¡Mientes! —exclame desesperada
—Yo... realmente me tomo por sorpresa—negó—no me lo esperaba, también es difícil para mí—Ahora el también lloraba, ¿Por qué me metí en su vida?. Lo abrasé, junte nuestros labios, tal vez era mi forma de decir adiós... él se retiró y limpio mis lagrimas con su pulgar; respiro hondo. Eso me dio seguridad; sabía que podía contar con él pero no era eso. Yo lo amo más que a nadie, desde el día en que me dijeron "—El es Mario, tu niñero" hasta el día de hoy; no saben cuánto anhelo retroceder el tiempo. Que revivamos el ayer y construyamos un mañana.
Flashback
—Ven— me dijo caminando hacia la sala –Tal vez olvido algo- pensé sin entender, pero aun asi lo seguí, pasamos por el comedor hasta que llegamos al jardín
— ¿Mario?— le pregunte bastante extrañada cuando abrió la puerta que daba hacia el jardín, Sin responderme nada siguió caminando. —Mario a que venimos a...— no pude terminar la oración, ya que quede completamente con lo que veía.
El jardín estaba decorado con una serie de antorchas, que iluminaban de una manera increíble la pequeña y cuadrada mesa que estaba en el centro. La cubría un mantel color crema, sobre esta había un delgado jarrón donde había flores, y unas cuantas velas blancas decoraban la mesa, además de la cubertería de plata y copas.
Seguía completamente anonadada sobre lo que miraban mis ojos, volteé sorprendida a ver a Mario, quien me miraba expectante.
— ¿T...Tú hiciste todo esto?— sonrió mostrándome su perfecta y deslumbrante dentadura — Es... es ¡hermoso!— le dije abrazándolo
— ¿Te gusta?— me pregunto dando un beso en mi mejilla
-No me gusta...-trage saliba— ¡Me encanta!— le respondí tomando su rostro entre mis manos para guiarlo hacia mis labios.

Pasamos horas platicando, sobre nosotros, sobre las cosas que nos gustaban y las que no, era increíble estar con él, parecía que el reloj no avanzaba. No cambiaría su compañía por absolutamente nada en el mundo.

Estaba tratando de controlar mi risa, después de los chistes que me contaba. Se puso de pie y me tendió su mano, ya que logre estabilizarme gustosa la tome e igualmente me puse de pie paso su mano libre por mi cintura mientras que yo pasaba la mía por su hombro hasta su nuca. Me apego a su cuerpo mientras comenzaba a moverse al ritmo de una música inexistente. Lo seguí ocultando mi rostro en su cuello aspirando ese exquisito y característico aroma.
—_______ (tn) — me separe de su cuello para poder verlo de frente
— ¿Si?— le pregunte
—_______ (tn) — volvió a decir seguido de un suspiro —...Quiero que seas mi novia— tomo mi mano que se encontraba en su nuca para entrelazar nuestros dedos, mientras me miraba fijamente. Abrí mi boca sorprendida, su manera de 'pedirlo' era totalmente diferente, radical, única. Totalmente Mario Bautista.
Fin del flashback