La inocencia del primer amor

Mi pasado...

Ludwing caminaba por el pasillo de la casa de Italia al cual no encontraba ni por el patio, ni por la cocina, Dios ni siquiera por el sillón en el cual le gustaba tanto dormir, solo le faltaba su habitación, cuando estaba apunto de tocar la puerta escucho a Feliciano cantando una canción de amor, mientras se escuchaban sollozos de su parte, pero no sonaban como los que hacia siempre cuando se asustaba, ni cundo se lastimaba, ni siquiera como los que hacia cuando no había pasta...no eran llantos de dolor y pena, un dolor tan grande y desgarrador que de tan solo escucharlo sentía que se le partía el alma....tomo valor y temblando como nunca le había pasado giro el pomo de la puerta tratando de no hacer ruido...

Doitsu: Italia!!!!

Feli: ah alemania-se gira y abraza un libro rojo con blanco y verde que tiene en las manos- ¿Qué que haces aqui?

Doitsu: vine a ver que te pasaba.

Feli: no me pasa nada tranquilo-se gira para mirarlo y sonreirle-

Doitsu: ¿seguro?...

Feli: si seguro.

A Ludwing había algo que no le gustaba, pues sentía que algo le faltaba y hay fue cuando se dio cuenta el pequeño ojimiel no había dicho su tic vocal y su rulo antigravedad seguía colgando en su cabeza.

Decidió que lo mejor era dejarlo tranquilo por hoy y se hiba a retirar cuando el italiano hablo...

¿Te podrías quedar a dormir?- eso agarro desprevenido al alemán que no pudo hacer más que un asentimiento de cabeza al ver la triste mirada del de origen mediterráneo.

El de origen germánico termino de entrar a la habitación y se recostó en la cama donde estaba sentado el italiano, ambos se miraban a los ojos uno preguntandole con la mirada que era lo que sucedía y el otro rogando para que no se lo preguntase en voz alta y así se quedaron dormidos uno con la duda y el otro abrazando un libro como si su vida dependiese de ello.

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Eso es todo siento si hay alguna falta ortográfica y bye bye.