El diario de Feliciano

247 25 2
                                    

Pasaron los días y el humor de Feli no mejoraba y era obvio por lo cerca de la fecha en la que el no salia de su casa....

Italia...-dijo el alemán- estos días te he notado muy extraño y.... se me ocurrio que.... Tal vez seria...di-diver-divertido mañana ir a tomar un helado... De esos que tanto te gustan...

Mañana...-fue lo único que logro salir de los labios del pequeño italiano- lo siento, pero mañana no podre tengo algunos asuntos que resolver...

Lud:oh de acuerdo, pero...se que es un poco impetuoso de mi parte, pero puedo quedarme contigo esta noche...

No se por que dije eso... Sera por el simple hecho de que he estado preocupado por el? ... Bueno es cierto que desde que mencionaron a ese tal Sacro Imperio Italia a estado muy raro...

Esta bien-mis pensamientos fueron interrumpidos por las palabras del italiano...

Las dos naciones se prepararon para ir a dormir, pero algo llamo la atención del alemán el cuaderno verde, blanco, rojo, de tres colores, el cual fue tomado por el de origen germánico que al verlo mejor pudo darse cuenta que en la tapa tenia escrito con letras doradas "Feliciano".
Al abrir el particular libro pudo leer lo siguiente:

18 de noviembre de 1877:

Ciao~ bueno esta es la primera vez que saludo un libro, pero que más da! La señorita Hungria me regalo a ti para poder escribir mis más profundos sentimientos y pensamientos, pues dice que debo desahogarse y que no debo esconder mis emociones....como normalmente hago para no preocupar a los demás, ya que desde que el se fue todas las sonrisas que antes eran verdaderas ahora son falsas como la promesa que me hizo de que volvería... Y aunque se que me miento a mi mismo aún tengo la esperanza de que vuelva .... Lo siento diario, pero no puedo evitar que estas lágrimas caigan manchando tus delicadas hojas mientras escribo...

En ese momento se escucharon los pasos de alguien que se acercaba por lo que el alemán dejo de leer y dejo el diario en su sitio.

Feli: Alemania ten te traje algo de tiramisu...¿Que estabas haciendo?

La inocencia del primer amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora