UNO.

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Miro el vaso desechable de mi café mientras estoy absorta en mis pensamientos. Paso mis dedos por el logo de starbucks y mi amiga, que se encuentra enfrente mío agita sus manos. Tratando de llamar mi atención, gira mi vaso y indica con el dedo un número escrito.
"131-115 llámame, Justin"
-Creo es ese guapo de allí. -alza sus cejas sonriendo mientras indica con su barbilla hacia la caja. Dirijo mi mirada y el potente rubio me sonríe, en guiñe el ojo. Que descarado.
-Debe ser arrogante, demasiado seguro de si mismo. -Digo alzando mis hombros mientras vuelvo a girar el vaso del café para no ver el número otra vez.
-La mayoría de los chicos que son así, la tienen chiquita. -Se rió alzando sus ojos mientras me miraba. Me sonrojó inmediatamente.
-Ya basta. -Ella ríe y yo trato de pensar en otra cosa que no sean penes.
-Aún no lo entiendo, ya estás por tus veinte años y todavía te sonrojas por esas palabras tontas. -Vuelve a reír mientras temina su café helado.
-Lo que pasa, amiga mía. Es que yo no soy tan sexualmente abierta como .
-El mundo es libre. Pienso que debes anotar ese número y enviarle un mensaje. -Vuelve a girar el café para que pueda ver el número. Paso mis dedos por la tinta permanente, pensativa.
-¿Tu crees que debería?
-Claro que si, necesitas más diversión. La vida está para vivirla. -Tomo mi teléfono y comienzo a anotar el número, agrandándolo como Justin. Es un bonito nombre, me gusta mucho. Y él, es demasiado precioso.
-Las calles de París son demasiado peligrosas al anochecer. Debemos irnos, además puede ser que hoy sea el día en que conozca a mi príncipe azúl.
-Estar en París no significa que vayas a encontrar a un príncipe azul, amigüita mía. -Tuerzo el gesto, terminando mi café. Me levantó y ella me sigue, ambas salimos del lugar. Pero antes de cruzar la puerta, primero vuelvo a mirar a la caja, pero para mi decepción, el hermoso no se encontraba allí.

3A.M j.b o.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora