|Capítulo 1-"Salvarla de la locura"|

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Dio POV's.

– Dio~ – Habló mi hermana, Coron. – Háblame, me aburro. –

Puse los ojos en blanco, desviando la mirada de el libro que estaba leyendo. – Pues, abúrrete. No pienso gastar mi tiempo oliendo perfumes contigo, prefiero buscar los ojos de Alice o darle de comer jamón a Logan. – Contesté algo molesto.

Escuché como Coron refunfuñaba, pero antes de responderme con un insulto por ser "El peor hermano más aburrido y amargado del mundo" según ella, fue interrumpida por Marissa, la cual entró a el cuarto en donde estabamos.

– Dio, Coron. La señorita Monika nos necesita, los espera en la sala principal. – Informó amablemente ésta. Suspire cansado y cerré mi libro, caminando hacía la puerta para luego abrirla y caminar hacía el pasillo.

– Me debes un perfume. – Dijo Coron, sonriendo estupidamente victoriosa.

– En tus sueños. – Respondí. Al llegar a la sala, ahí se encontraban todos. Marissa, Lysandro, Anastasia, Connie, Alice y Logan. Sólo faltabamos yo y mi hermana.

— Oh, al fin están aquí. — Dijo Monika, sentada en su trono mirándonos con una leve sonrisa a la par que recargaba su cabeza en su mano.

— ¿Qué ocurre, señorita Monika? — Habló educadamente mi hermana. ¡Já! Bien que no se comporta así conmigo.

— Oh, verán mis queridos. . .— Rió levemente la señorita. — Bien se sabe por aquí lo que le ocurrió a mi bebé en el mundo real, ¿No? — Todos asentimos. — Mí querida niña ésta caminando sobre una fina línea entre el borde de la locura y la sanidad, por eso, quiero que vayan y la salven de ése mal. — Explicó.

— Pero, ¿Cómo lo haremos, señorita Monika? — Susurró una mujer de pelo corto y castaño, era Anastasia.

— La señorita Aya nos reconocería, y no podemos salir de éste mundo. — Agregó Lysandro, un hombre de cabello celeste.

— Así es, mis queridos. Mi niña los reconocería, pero sé como evitar que eso pase. — Dijo Monika, con una sonrisa.

— ¿Cómo? — Preguntó Alice, una niña rubia de ojos celestes y grandes.

— Cambiando su aspecto, volverán a ser como eran antes. — Respondió Monika. — Y sobre como salir. Será fácil.

— ¿Qué esperamos? ¡Vamos! — Exclamó Connie, una niña también rubia, sólo que su cabello era corto y su piel era azul grisácea. Estaba emocionada, de seguro por que volvería a vivir, a sentir como era antes de que pasará la tragedia de hace ya unos años.

— ¡Suerte, queridos! — Monika hizo una seña para que nos vayamos, pero cuando puse un pie en la puerta para salir, escuché a Monika llamarme. — Dio, debo hablar contigo.

Cuando ya todos yacían afuera, cerré la puerta con delicadeza y caminé hacía Monika. — ¿Qué sucede, majestad?

— Ah, querido Dio. . .— Cerró los ojos por unos segundos mientras reía. — Tú siempre fuiste el más cercano a mi hija, por eso mismo, necesito que TÚ seas el más cercano ahora. —

La miré perplejo, ¿Yo? ¿Cercano a Aya? ¡Ni de coñ. . .! Tal vez. . . 

  — Y no trates de ocultar tús sentimientos hacía ella. — Agregó, yo negué con la cabeza repetidas veces, ¿Pero qué cosas estaba diciendo? 

 — Ella no me gusta, majestad. — Murmuré con un leve rubor en mis mejillas.

Monika soltó una pequeña carcajada y me dio un leve empujón.

  — Anda, ve por tú chica. —

Negué nuevamente, sí que éste día sería largo.

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¡Ah! Lo sé, corto, pero no tenía imaginación. U-U Aunque en el próximo capítulo vendrá con más salseo. (???)

Muchísimas gracias a todas ésas que comentaron en el capítulo anterior, las jamón. <3

¡Sayounara!

-Laruu$mile.  



|Dear Old Doll|Mad Father| DioxAya love|-Laruu$mile.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora