Mi querido Diego,
¿Sabes?
No me es difícil escribirte, lo he hecho tantas veces que ya las palabras simplemente fluyen, Ya no diré mas mentiras, no puedo ocultar por más que trato esta triste y alegre verdad, algo que se nota desde el punto más lejano de mi corazón muchos ya lo saben y tu aun lo dudas.Duele tanto mirarte de lejos y hacerme a la idea de que voy a tener que acostumbrarme, a convivir contigo solo de esa manera. En tu corazón no hay espacio para mí pero tú sigues como una espina clavada en el mío. Quiero sacarte de aquí dentro, pero no encuentro la manera de hacerlo sin que te metas a sitios más profundos y me sigas lastimando. ¿En qué estaba pensando cuando me fijé en ti?
Sigo pensando que debí tomar mis precauciones y asegurarme de que no pudieras herir mis sentimientos. Pero la verdad es que te entregué mi corazón por completo, no porque no hubiera otras opciones, sino porque lo sentía correcto y a pesar de que sé que nunca serás para mí, sigo pensando que jamás podría amar con tal intensidad a alguien más. Es algo extraño y que me frustra todos los días, pero que tampoco puedo evitar.
Han pasado varios meses ya desde nuestro último encuentro, pensé que te había superado, pensé que ya me daba igual verte; pero me equivoque. Hoy te vi una vez más a lo lejos y traté de mantenerme en la distancia.
De cualquier manera, mi corazón sigue latiendo cada vez que tú te acercas.
Quisiera que dejara de ser así.
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Cartas a Diego
Short StoryEstas cartas son para mi amor. Para el chico que roba mi aliento, mi inspiración y mis pensamientos. Estas cartas son para ti, Diego. Aunque no llegues a leer ninguna.