Natsu Dragneel

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Capitulo 2.- Natsu Dragneel

-Tranquila, Lucy... eres una Heartfilia, las artes marciales han estado en tu sangre desde siempre, tienes Tae Kwon Do, Karate y Judo, tienes cinta negra en todas, ganaste el primer lugar en todos los campeonatos en estos 10 años, ¿de que te preocupas?-trate de sonar mas confiada en mis palabras apenas podía lograr tranquilizarme, respiraba y suspiraba, en ese momento comenzó a nevar, solo hice fricción en mis manos, que extrañamente, estaban cubiertas por unos guantes cafés, no solo eso, me mire sorprendida en una ventana cercana, tenía puesto como dos suéteres debajo de colores oscuros, un abrigo de color crema, unas mallas negras debajo de una falda un poco mas arriba de color blanca junto con unas botas de terciopelo del mismo color que la falda, y una bufanda de color blanca que se apenas se notaba por mi cabello completamente suelto.

-¿Pero que esta pasando? ¿Por qué estoy aquí?-dije mirándome a mi misma.

-Quizá el destino quería que nos encontráramos lindura...-dijo una voz que asustaba a mis espaldas, giré para ver a la misteriosa persona que me había hablado antes, lamentablemente no era una sino que eran alrededor de 5 grandes matones que olían a cigarro y alcohol, me daban asco con solo verlos, con esas miradas que me veían con lujuria y deseos obscenos y asquerosos.

-¿Y bien? ¿Tú has de ser la chica que busca la policía? ¿La espía del reino que nos amenazó? Tienes agallas para entrar a un lugar como este, ¿a pesar de que provienes de un reino donde hay nada más que guerra tienes una linda cara?-comenzó a decir al parecer el líder de esa asquerosa banda

-Yo no se a que se refieren-dije firmemente-Y si yo fuera ustedes, me alejaría, ya que estoy especializada en artes marciales y no quisiera lastimarlos-trate de sonar lo mas directa y amenazadoramente posible, pero supongo que solo empeoraba el asunto ya que empezaron a reírse cada uno de una manera tan irrespetuosa, di un paso hacia atrás y pararon de reír

-No entendí nada de lo que has dicho. Pero ¿Has tratado de decirnos que eres capaz de evitarnos a nosotros? No, lindura, te diré tu situación, en este momento, estas rodeada de los chicos mas problemáticos del reino, en el lugar en el que la gente no se atreve ni a mencionar el nombre, estas sola en estos momentos, pero imagina que dirán los aldeanos cuando vean que encontramos y terminamos de una vez por todas con la espía del enemigo ¿eh?-sonrió maliciosamente y comenzaba acercarse a mí a lo cual solo me limite a retroceder-Pero... ¿Qué te parece si nos divertimos un rato?-se relamió los labios con su lengua-¡Atrápenla!-ordeno a los tipos que estaba detrás de él, que sin dudarlo corrieron en dirección hacia mi y no tuve tiempo de reaccionar y escape buscando alguna salida seguida de 5 gorilas sonriendo

-¡Ayuda!-grite esperando alguna respuesta pero era imposible, corría por diferentes calles, y solo encontraba lugares mas oscuros que no me atrevía a ir, pero desafortunadamente me arrepentí de esa decisión, ya que llegue a un callejón sin salida, no tenia escapatoria y el líder empezó a acercarse a mí y yo solo tome posición de ataque

-Estas sola, querida... no tienes quien te cuide ahora...-trato de tomar mi brazo pero instintivamente le di un golpe en el estomago, después una patada a la barbilla haciendo que se levantara un poco del suelo, tome un poco de impulso, y le di una patada voladora de lado lanzándolo lejos, obteniendo así unas miradas asesinas, él se levanto con ayuda de otros de sus secuaces-Eres una... ¡Me las pagaras! ¡Agárrenla! ¡Que esperan!-de inmediato dos tipos me agarraron cada uno de mis brazos, no podía forcejar, eran mas fuertes que yo, estaban comenzando a salir lagrimas de mis ojos, mientras veía como el sujeto que le había golpeado antes empezaba acercarse a mí con sangre saliendo de su nariz y de su boca-No tengo ni idea quien te enseño esos trucos, pero me las pagaras caro ¡Sujétenla!-tomo mi rostro y comenzó a acercar su cara a la mía, cerré los ojos pidiendo un milagro, aun que sabia que no iba a ser así, de la nada sentí mis brazos libres y abrí los ojos sorprendida.

-¡¿Quién eres?!-pregunto el líder a un extraño sujeto encapuchado que había dejado inconscientes a los tipos que me tenían presa.

-5 granujas contra una débil chica... eso no es muy cortés que digamos-dijo el extraño sujeto con sarcasmo en su voz, de inmediato corrió hacia ellos y empezó a derribar uno por uno con su espada que no tenia idea de donde estaba guardada, aun cuando la usaba no lograba ver herida alguna de cada uno de ellos, solo yacían en el suelo sin respuesta algunas mas que su respiración y varios gemidos de dolor tratando de levantarse, cuando llego con a el tipo que inicio todo esto, el solo escapó seguido de sus secuaces que apenas podían caminar, en menos de 2 minutos estábamos solo el extraño sujeto y yo, guardo su espada en el cinturón que logre apreciar y se dirigió a mí.

-¿Te encuentras bien?-se agacho a mi altura mientras se quitaba la capucha que lo cubría, pude ver sus facciones de cerca, su cabello extrañamente rosado y su piel ligeramente aperlada con unos ojos profundos oscuros, asentí y él me sonrió y se levanto ayudándome-Bien ¿tienes donde quedarte esta noche?-negué con la cabeza-Eso si que es un problema...-cerro los ojos por un momento y solo me mantenía en silencio, hasta que mejor decidí romperlo

-Emm... gracias por tu ayuda, de verdad, pero no quiero ser molestia para ti, así que, me retiro, gracias de nuevo, joven...-extendí mi mano esperando que me respondiera su nombre

-Oh...Natsu... Dragneel Natsu-estrecho mi mano con la suya, ¿Dragneel? ¿Dónde lo he escuchado antes?

-Bueno, gracias de nuevo joven Dragneel, que pases buena noche-solté mi mano de la suya y comencé a caminar para retirarme del lugar y sentí como me tomaba del brazo, y me gire para verlo sorprendida

- ¿Estas demente? No te puedo dejar ahí sola, este lugar es engañoso, no hay de otra puedes acompañarme a donde me estoy quedando-

- ¿Estas seguro? Te lo agradecería mucho, pero no quiero ser molestia, ya viste lo que paso hace unos momentos-respondí

-No pasa nada, además, antes de que te rescatara pude notar como le diste una paliza a ese sujeto, veo que eres fuerte, así que nos ayudaremos el uno al otro ¿te parece?-me extendió la mano y la acepte, asentí con la cabeza y sonreí.-Bien, el lugar donde me estoy quedando tiene una cama extra, acompáñame no esta muy lejos señorita...-

-Lucy... Heartfilia Lucy, un placer-respondí sonriendo


Cuando el amor por fin brillóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora