Después de las dos horas de gimnasio que le tocaban decidió llamar a Emma.
_¿Rodrigo?
_Hola mi vida! ¿Cómo estas hoy?
_¿ Mi vida? ¿Después de todo lo que me hisiste te ves con el derecho de decirme mi vida?
_Calmate Emma, te llamo porque quiero hablar con vos, personalmente.
_Ahora estoy entrando a inglés, cuando salga te espero en la cafetería de acá a la vuelta.
_Dale. Beso
Fin de la llamada. Ni siquiera chau.
Rodrigo tenía 17 años. Era alto, tenía musculos y de piel bronceada. Tenía unos grandes ojos verdes que mostraban una profunda mirada cuando te dirigía la palabra. Esto último fue una de las cosas que enamoró a Emma. Amaba hablarle a los ojos, le daba tranquilidad y confianza. Lo amaba.
Y bien dicho está, amABA, porque ya no más. Hace unos meses, ella notaba algo raro en Rodrigo. Nunca podía verla, metía miles de escusas tontas que ni él se creía, pero ella creía en él. Era advertida por todos sus amigos de que él la engañaba, pero ella no escuchaba porque lo amaba demasiado.
Un día quiso darle una sorpresa y fue a su casa sin avisar, pero al tocar el timbre no fue él el que la atendió, sino una chica rubia, alta, de piel blanca.
_¿Quien es?
Fue lo que se escucho del otro lado de la puerta.
_¿Está Rodrigo?
Fue lo único que se le ocurrió en el momento.
_No, ¿quién es?
_Su novia.
La chica alta la hizo pasar y le dijo que la novia era ella. Estuvieron discutiendo durante un rato largo. Emma no quería discutir, pero la otra, en un estado inexplicable, no quería entender la verdad.Las dos habían sido engañadas por el mismo chico al que tanto amaban.La dijo mil insultos, pero Emma seguía tratandole de explicar que ella no sabía nada y que las dos habían sido las víctimas. Decidió irse, con las lagrimas en la cara.
Dos días después Emma dio por terminada la relación, pero Rodrigo sigue insistiendo en que no es una buena decisión, que lo tiene que pensar, que está arrepentido y miles de cosas más. No para.Se niega rotundamente.
Cuando sale de inglés, va para la cafetería mientras llama a su mama para avisarle que llegará tarde.
Si mamá.No. No te preocupes. Si, Rodrigo. Si ya se. Chau. Yo también te quiero.
Ya estaba llegando a la puerta y ve por el ventanal de la cafetería que da a la calle a Rodrigo usando su celular.Abre la puerta y se sienta frente a él.
_¿Qué vas a pedir?
_Un café
Rodrigo hace el pedido a la mesera. Un.Un café y un cappucino con una medialuna para él.
_Te quería decir que estoy arrepentido, quiero volver. Te extraño muchísimo. No puedo dormir. Por favor te lo pido.
_Rodrigo, me engañaste con otra. ¿Vos podes entender eso? ¿Tenes problemas? ¿cuanto fue? ¿Un mes? ¿dos?
_No importa el tie...
_¿Cuanto fue Rodrigo? Quiero que me digas.
_ Tres meses.
Una lágrima le cayó por la cara. Tres meses. ¿Después de un año de relación le hace esto?
_Rodrigo, esto se terminó.No te quiero ver nunca más en mi vida. No me llames, No me mandes mensajes. Borrate de mi vida y borrame a mí de la tuya. Se terminó.
Se levantó de la silla y se fue, sin siquiera esperar su café.
En ese momento llegó la mesera y le puso su pedido en la mesa. Un brote de furia le brotó a Rodrigo, tiró todo de la mesa y se retiró del lugar.
