"Encaprichado Amor"

CAPÍTULO 1 "Una noche bajo cero"

Era una noche fría, con menos de 5 grados más o menos. El tiempo seguia nublado y el viento se veía más fuerte de lo que parecia. La luna iluminaba perfectamente la habitacion del hospital. Ese olor a hospital que todo el mundo odia llegaban a mis fosas nasales.

Ya se cumplia un mes desde que Dylan se interno. Hoy es el primer dia que lo visito. Como vivo lejos, nunca tuve tiempo de visitarlo. Eramos tan unidos desde que éramos unas crías. En literal, somos primos. A los 13 años mis padres decidieron ir a vivir a Canada, devido a su trabajo. Desde ahí que Dylan y yo no nos vemos. Fue la decisión más difícil que pudieron tomar mis padres, separarme de mi mejor primo, el único, para darme una mejor vida. Ahora soy un hombre feliz viviendo en Canada. Estudiante de agronomia. Pero todos esos años heché de menos a mi primito o como yo lo decía papita junior.

El estaba con heridas, los moretones se seguian notando, en sus brazos y hombros. Esa piel bronceada y a la vez dorada que volvían locas a las chicas ya no existían, el se veía blanco, pálido.

Eran casi las 11 y no me agarraba para nada el sueño. Era una de esas perfectas noches para hablar de nuestros pasados. Dylan se encontraba acostado en la cama.

—Y así es como se dedican los autores y escritores... —Ya te lei el último capitulo del famoso escritor Paulo Coelho.

—Ese era mi libro favorito, gracias por leermelo. —Dylan me sonrió.

—Primito, Ya son las 11:00 , tienes que tomar tus medicamentos.

Me levante del sillón cómodo y calentito en donde me encontraba. Deje el libro en la mesa y camine hacia la otra esquina de la habitación. Serví el agua en el vaso y saque una pastilla. Me dirigí hacia donde el estaba y se las entregue, regalandole una sonrisa.

—Ya te sientes mejor? —me acerqué a el.

—Un poco, creo.

—Entiendo que no quieras hablar con nadie, pero soy yo, Cameron. —permaneció callado unos segundos. —¿No vas a contarme porque terminaste asi?

—No es eso... solo no quiero hablar de ese tema ahora.

—Dylan, comienzas a preocuparme más, cuéntame.

—¡Sólo entiendelo Cameron!

—¡Vas a decirme si no quieres que te lastime más de lo que estas! —Ya me estaba poniendo un poco furioso, sino me contaba lo iba a tener que obligar.
Siempre fui unos de esos primos que me preocupaba por el. Y si el no me contaba algo yo lo obligaba, siendo un poco agresivo, hasta que el decidia contármelo.

Lo mire a los ojos, el se quedo observandome fijamente. —¡Estoy preocupado por ti Primito, solo tengo que saber que te pasa!

—¡Qué no! Deja de insistir.

—¿No es nada interesante o importante?

—Es importante y un tema muy delicado.

—¡Entonces hablame de eso!

El sonrió.
—¿Qué no te cansas verdad?, Por un lado es un asunto que no me atrevo a enfrentarlo, y por otro, mi mente me tortura todas las noches para que lo enfrente. Así que no lo se, me da miedo hablar de eso.

—Esa explicación no es válida.

—¿Que otra explicación quieres?

—¡Sólo quiero que me cuentes! Hasta el más mínimo detalle.