❀ Capítulo 34

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Hacía unos días que la fatídica noche había pasado. Y vaya que Louis ha tratado de componer las cosas. Visitar la casa de Harry un día después fue lo más coherente que pensó. Llevo tres ramos enormes de flores de bellos colores, con las que su chofer tuvo que ayudar y un enorme oso de peluche que terminaron cargando entre los dos.

Pero Harry nunca abrió.

Luego de eso vinieron las llamadas, cada que podía, los mensajes, esperando una respuesta en silencio. Aún con todo el sonido a su alrededor, sus oídos se hicieron imposibles de escuchar algo que no fuera su agitada respiración, ansiosa por que Harry contestará.

Pero no lo hizo.

Ha enviado regalos, más peluches y chocolates. Adornos de flores que hace falta más de uno para llevar. Pero, como una maldición, vuelven a él en las manos de los mismos empleados que manda a llevarlos, con un rostro de derrota y la ya icónica frase "Nadie abrió, pareciese que no está en casa". Pero recientemente:

"Nos ha pedido retirarnos, no quiere ninguno de los regalos"

Se siente frustrado, de todas las maneras en las que una persona puede estarlo. La linda llave rosada que ahora cuelga de su cuello es su cruz, a cada día sin ver los ojos de su amado Harry aumenta el peso.

No fue una de sus mejores ideas, eso es seguro.

Pero no era su intención que las cosas se salieran así de control. Menos por una carta de su madre, dios, la madre de Harry.

Harry hablaba con amargura pura en la voz, dolor por el rechazo, pero al leer las palabras llenas de arrepentimiento en la carta que le mando... buscando perdón y una oportunidad... pensó, por un segundo que hablaba con verdad. Que realmente esperaba tener un nuevo comienzo con Harry, arreglar las cosas.

La idea aun le ronda por la cabeza, cree que si Harry lograra cerrar ese ciclo en su vida... las cosas mejorarían.

Claramente no pueden estar de acuerdo en todo.

-Papá, ¿Dónde está papi Harry? -es lo que pregunta Amy, notando la repentina desaparición del novio de su Padre.

Louis sale de sus pensamientos repentinamente, se muerde el labio con fuerza y mientras se sienta en la cama de su hija lentamente millones de espasmos le atraviesan el estómago. Su mente divaga, tratando de encontrar las palabras más suaves para describir la actual situación de su relación.

-Papi Harry... ha tenido problemas con papá Louis -dice con la voz queda. Manteniéndose tranquilo.

-¿Y papi Harry está enojado? -sus cejas se juntan angustiadas, apretando la mano de Louis.

-Un poco, linda... -trata de esbozar una sonrisa tranquilizante, pero el nudo es su garganta es tan fuerte que solo puede acariciarle el cabello con cariño -Pero confió en que lo resolveremos, tú no te debes preocupar por esto.

-Pero... pero... -sus ojos azules se cristalizan rápidamente, Louis se apresura a limpiarlos para que no caigan las lágrimas.

-Son cosas de adultos, no llores princesa -le aprieta la mejilla y luego la nariz.

-Papi Harry te extraña también papá... -ambos azules se cruzan, la niña sorbe por la nariz, dejando resbalar de nuevo unas cuantas lágrimas -Me lo ha dicho.

Ante eso Louis no puede evitar fruncir el ceño, siente el estómago subirse y el nudo bajarse un poco.

-¿Cómo te lo ha dicho? -las palabras le salen de los labios como arrancadas.

Amy lo mira con cautela, se levanta de su cama y sale del cuarto corriendo, Louis se levanta para ir tras ella, pero su hija ya está de vuelta, apretando algo contra su pecho.

El teléfono de la casa.

-¿Amy...?

Es interrumpido de inmediato, con la niña haciendo una señal de silencio poniendo su pequeño dedo sobre sus labios, después, se sienta en el suelo y palmea a su lado, esperando que Louis tome ese lugar. Cuando lo toma, habla en susurros, como si hubiera alguien escondido por ahí oyéndolos.

-Debes prometer que no le dirás a nadie, papi -la seriedad que adopta su voz es real -Y que actuaras como si no estuvieras aquí.

Louis asiente, poniendo la mano sobre su corazón, sin entender en realidad.

La pequeña de los Tomlinson empieza a apretar números en el teléfono, Louis lo reconoce en un santiamén. Traga con sequedad, cuando el botón de llamar es apretado.

Suenan tres largos pitidos, y luego una voz.

-¿Bueno?

-¿Papa Hazz? - balbucea Amy parpadeando.

-Amy, aquí estoy princesa.

Y Louis está a punto de caerse, necesitaba escucharlo, la voz de Harry lo hace sentir calidez, amor.

-Papi, Papá te extraña mucho... -Amy hace un pequeño puchero -Te ha mandado cosas tan lindas para que no estés enojado...

Con el altavoz prendido, Louis escucha la respiración de Harry y se lo imagina, mordiéndose el labio, debatiéndose en que responder.

-Y-yo... también lo extraño, Amy -una larga exhalación -Creo que...

Pero en lugar del resto de la oración escucha un gran estruendo de pronto, y un desgarrador grito de Harry que le hiela la sangre. Sin más, la llamada se corta.

❀ Sweet boy ❀ [L.S. AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora