Querido Zayn. ❀malik❀

○13○ Café nocturno.

No pienso mucho lo que hago, tampoco analizo que ya es tarde y posiblemente se encuentre durmiendo, no me preocupa despertarla porque se que no se molestará y realmente necesito escuchar su voz.
Busco su nombre rápidamente entre mis contactos y le marco. Espero con paciencia a que responda, lo cuál, hace de inmediato.

Sonrío ante eso.

—¿Zayn? —logro escuchar como se aclara la garganta luego de hablar. A pesar de que no puede verme, asiento con la cabeza, contestándole.

—¿Te he despertado? —pregunto a pesar de conocer la respuesta.

—Sabes que no me importa la hora ni el momento en que me llames. Siempre atenderé. —su voz somnolienta me cautiva, suena tan normal y sencilla, algo que no siempre puedo encontrar en Perrie. —¿Sucede algo malo?

—No puedo dormir. —confieso con un poco de pena, soy un desconsiderado por despertarla.

—¿Por qué no intentas con un té? Eso siempre te funciona.

—Solamente quería escuchar tu voz otra vez.

—Entiendo... yo por el contrario, he estado tan agotada estos últimos días por las grabaciones del nuevo disco, es de locos.

—Uhmm... —me rasco la cabeza, incómodo. —Perdona, me doy cuenta que no debí llamarte ni mucho menos despertarte por mis estúpideces.

—Oh no, no. —escucho un cambio radical en su voz, ahora suena avergonzada. —No me refería a eso cariño. Solo te estaba contando como me he sentido.

—De igual manera, vuelve a dormir, ¿sí? Y luego hablamos.

—¿Luego hablamos?

—Sí, nena, mañana hablaremos... como siempre.

—¡Pero si ya no lo hacemos! —grita con ironía. Alejo un poco el aparato de mi oído, vaya, que grito tan fuerte.

—Perrie, hoy, en la mañana hablamos, ¿recuerdas?

—Claro que recuerdo. Lo que tuvimos no fué una plática agradable, Zayn, fué una discusión.

Su tono de voz demuestra lo cansada que está y no precisamente físicamente, ella está cansada de nuestra situación.

—Es por eso que te extraño tanto, preciosa... —digo con la intención de que se sienta mejor, sin embargo, no estoy mintiendo, sí la he extrañado.

—¿Estás hablando en serio? —lo dice con tanto asombro que me hace sentir culpable.

—Por supuesto que sí, demasiado.

—Me alegra saber eso, cariño. —dice entre risas. —Yo te extraño cada día más.

—Quizás puedas venir a Bradford por un tiempo, ¿qué dices?

—Solo dime cuándo quieres que vaya para pedir permi... —un bostezo la interrumpe. —Lo lamento, es que...

—Estás muy cansada, eso lo sé y lo entiendo. —ahora soy yo quién la interrumpe. —Ve a dormir, ¿sí? te prometo que mañana hablamos nena.

—De acuerdo, que descanses Zayn, nos hablamos.

—Sí, sí... —tras dudarlo por un momento, de igual manera lo digo. —Te amo.

Aparto el celular de mi oído y presiono el ícono rojo, finalizando la llamada sin esperar una respuesta, como todo un cobarde.

Dejo el aparato sobre la cama y me pongo en pie, para encender la luz. Camino en dirección a la ventana y abro las cortinas, la noche está fría y el cielo lleno de estrellas de todos los tamaños.
Bufo con molestia, creo que es una noche realmente hermosa como para pasarla encerrado aquí sin compañía ni entretenimiento. Suelto un suspiro y vuelvo a colocar las cortinas en su lugar.