1. "Bienvenida a Atlanta"

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Ya habían pasado dos días desde que, junto mi familia, llegamos a Chicago, y ni siquiera cuarenta y ocho horas habían sido capaces de terminar con mis nervios sobre el primer día de clases.

Tenía todo calculado, hasta la ropa interior que usaría ese día.

Pero eso a ustedes no les interesa, así que mejor les contaré sobre cómo es que llegué aquí y mi plan.

Antes que nada, me mudé a Chicago por un traslado del trabajo de mi padre y como no, lo tomé como una gran oportunidad para mí ¿por qué? Pues, Atlanta está lo suficientemente lejos de Chicago, es decir, mi pasado, todo lo que había vivido quedaría allí y ¿por qué no empezar de cero? De esa idea nació mi plan "Cómo ser una diva en solo 28 días" este tiene como objetivo conseguir ser la chica más popular de la escuela y destrozar todos los obstáculos que se pusieran en mi camino ¿Por qué lo quiero? Vamos, en todas las películas vemos a las chicas populares y ¡Dios! Son malditamente geniales, consiguen todo lo que quieren. Bueno, lo consiguen hasta que llega la "nerd" y les roba todo pero ese no es el caso aquí.

De pequeñas todas soñaban ser princesas como Blancanieves, Rapunzel o Cenicienta ¿Y yo? Ser igual de increíble como Sharpey Evans.

Así fue como ocurrió todo, tardé meses planeando todo para que salga perfecto y en muy poco tiempo se podrían ver los resultados ¡Por fin conseguiría todo lo que quisiera!

(...)

Unas horas después ya estaba acostada en mi cama, no eran más de las nueve de la noche y aún no conseguía conciliar el sueño. No era de las personas que se durmieran temprano, para nada, pero en la casa no teníamos habilitado el WiFi entonces era dormir o morir del aburrimiento.

Pero, para mi bendita suerte a mis queridos vecinos se les ocurrió poner la música a lo más alto ¡Increíble! 

Soltando un suspiro me levanté de la cama y dirigí hacia la ventana, ésta daba justo con la habitación del vecino y como entre ellas había una distancia mínima estiré mi mano y golpee levemente el vidrio. La música se detuvo y en el mismo momento un chico movió las cortinas.

¡Qué bueno que estaba!

—Hey, vecina ¿Qué se te ofrece? —Preguntó él con una sonrisa, luego de levantar la ventana. —

— ¿Podrías bajar la música? Intento dormir. —Respondí de mala gana. —

—No me avisaron que la amiga de mi abuela iba a ser mi vecina, ni ella duerme tan temprano. —Soltó una pequeña risa burlona, mirándome como si esperara que también me ría de su chiste. Notó mi cara de disgusto y volvió a hablar. — Bien, bajaré el volumen sólo porque me lo pediste muy amablemente. Por cierto, linda pijama.

Bajé la mirada y observé lo que traía puesto: un pijama de High School Musical. El atuendo más oportuno para entablar conversaciones con chicos guapos.

—No es de tu incumbencia lo que llevo puesto, niño. —Él sonrió. — Y ahora, déjame dormir, adiós.

—Nos vemos, vecina. —Le escuché decir antes de volver a mi cama.

La música no volvió a sonar, y al poco tiempo conseguí conciliar el sueño.

(...)

—Buenos días, princesa. —Saludó mi madre cuando entró a la cocina. —

—Buenos días, mamá.

 —Escucha, hoy iremos a cenar a la casa de los vecinos.

Mi madre siempre ha sido muy sociable con las personas, entabla relaciones muy rápido pero esta vez me sorprendió ¡Dos días aquí y ya ha conseguido una cena con los vecinos! No lo entiendo, seriamente estoy considerando que debe acosar a las personas con que la inviten a su casa.

Cómo ser una divaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora