1.- DIA Y NOCHE

206 22 1
                                    

Se veía distinto. Myungsoo siempre había llevado el cabello completamente negro, le gustaba así porque además de ser su color favorito, este ayudaba a que su apariencia se vea más fría e incluso intimidante. Ahora mirándose al espejo no se reconocía del todo, ¿Quién diría que un simple cambio de look le cambiaria la imagen? El cabello rubio no le quedaba mal, pero tampoco era de su completo agrado.
Ya había pasado dos semanas desde que llegó hasta aquella ciudad, Kwangju, también había pasado dos semanas con el cabello de ese color y todavía se cuestionaba la razón de porqué tuvo que tomar esa decisión tan drástica. Al momento de salir de su departamento en Seúl y montarse en su coche, visualizo la estética al frente del edificio donde quedaba su departamento, no lo pensó mucho y se bajo de su automóvil, entrando a dicho local, una hora después salió con el cabello rubio, completamente diferente.
Volviendo a la actualidad de sus días en Kwangju, se había pasado 14 días sin hacer nada, encerrado en aquel amplio departamento rentado, solo mirando televisión, durmiendo, y demás cosas para nada productivas. Se suponía que la finalidad de este viaje no era precisamente lo que él estaba haciendo. Durante los primeros 7 días Myungsoo había quedado agotado, Sungyeol no dejaba de llamarlo al celular, de mandar mensajes de texto y de voz, incluso un par de veces llamó desde el celular de Howon; obviamente Myungsoo no tenía ni el más mínimo deseo de hablar con él ni escucharle, seguía molesto.
En el octavo día decidió apagar indefinidamente su móvil y salir en busca de uno nuevo, esa sin duda era la idea más sensata que había tenido en años.
Se puso algo casual, en esa ciudad nadie lo conocía ni nada por el estilo, así que podía dejar de lado el aburrido traje negro que siempre debía usar en Seúl. Tomo sus llaves y salió a dar un par de vueltas en su automóvil. Como no conocía aquella ciudad, tuvo que recurrir a su dispositivo GPS para que este le indicara el lugar donde podría adquirir un nuevo móvil, todo estaba siendo demasiado aburrido.
Cuando manejaba de regreso a casa, con un celular último modelo bien empaquetado en el asiento del copiloto, sus ojos visualizaron una cafetería con un nombre peculiar, "COFFEE SWEET", preguntándose de inmediato en voz alta: "¿CAFÉ DULCE? Todos saben que el café es amargo, aun así Sungyeol lo ado..." Sus palabras quedaron estancadas a mitad de ser pronunciadas, ¿Acaso Sungyeol no podía abandonar su inconsciente tampoco?
Estacionó mejor su automóvil y bajó de este, dirigiéndose con las manos en los bolsillos hasta la cafetería, el simple hecho de haber recordado a cierto alto había causado estragos en su interior y ahora necesitaba de alguna bebida para alivianar esa desagradable sensación, creía que a eso se le podía definir como "extrañarlo", pero Myungsoo era orgulloso, y Sungyeol se había pasado lastimando su orgullo.
Al momento de deslizar la puerta para ingresar al local, una campanilla se dejó oír por encima de su cabeza, buscó con la mirada una mesa disponible que sea cómoda para él, encontrándola en una de las esquinas, justo al lado de la ventana principal; llegó a esta y tomó asiento, esperando por alguien que lo atendiera.
El lugar solo albergaba unos cuantos clientes, suponía que era porque aun era temprano, el ambiente se veía agradable y el buen gusto en la decoración solo aumentaba la belleza de dicha cafetería. Miró hacia afuera, a través de la ventana y se sumió en sus pensamientos, reaccionando y volviendo a la realidad solo cuando unas delicadas manos tocaron su hombro.
"Hermoso"
Sería la palabra que Myungsoo utilizaría para describir al mesero.
-Buenos días, lamento molestarlo pero debía pedir su orden, ¿Qué desea servirse?
Y al parecer su rostro no era lo único brillante, el joven muchacho tenía una voz tan suave, que casi parecía el susurro de un ángel.
·
Los próximos 7 días no dejo de ir a la cafetería por las mañanas, una vez había probado ir en la tarde, pero en lugar de ser atendido por el bonito mesero, fue casi acosado por una chica de grandes pechos que no dejaba de coquetearle.
Aprovechando que la chica se veía muy "dispuesta" a cumplir cualquier cosa que el pidiera, no dudó en averiguar los datos personales del mesero que tomaba el turno de las mañanas.
-Lee SungJong, 21 años, tiene una hermana menor de 19 años que se llama YunHee, ambos no tienen padres y el principal sustento de su hogar es Sungjong. Creo que no tiene pareja, se desvive cuidando a su hermana así que no tiene tiempo. No importa lo que pase, él siempre está sonriendo, aunque tiene un carácter de miedo cuando está molesto, la mayor parte del tiempo es amable y dulce. ¡Ama los caramelos de limón! Parece un niño cuando se come uno. Desde hace dos días él está muy distraído y somnoliento, se le nota cansado, también está corriendo un rumor oscuro sobre él, unos chicos del instituto dicen que lo vieron...
-Suficiente. -Myungsoo cortó a la chica con voz grave, sonriéndole luego hasta que ella se fue a atender las demás mesas, ya tenía la información que quería, no necesitaba de chismes que seguramente eran falsos.
Al parecer el bonito mesero era una especie de chico bueno, por como lo había descrito la chica de los pechos grandes (De la cual no se molestó en preguntar el nombre) él siempre era muy responsable y llevaba una vida humilde pero tranquila. Sungjong se veía muy interesante ante los ojos de Myungsoo.
·
No fue hasta los finales de la cuarta semana que Myungsoo vio un programa de espectáculos en el televisor y se quedó de piedra.
Lee Sungyeol había sido fotografiado saliendo de un conocido club nocturno, muy bien acompañado y en planes cariñosos con un tipo. Hasta aquel momento la prensa de espectáculos no sabía de su ruptura, así que hicieron todo un circo de la supuesta infidelidad, coronando a Myungsoo de Rey de los Cornudos, y en televisión nacional.
Myungsoo no quería hacer más que matar a toda esa porquería de prensa, peor aún, quería matar a Sungyeol por hacerle pasar tremendas vergüenzas, ¡Al menos debió aclarar que Myungsoo y él ya no estaban en una relación para que Myungsoo no quedara como un idiota!
Sin perder mucho tiempo, y con la tremenda rabia recorriéndole en la sangre, salió de su departamento con destino al primer bar que se encontrara en el camino.
Y vaya que no tuvo que esforzarse mucho por encontrarlo.
Unas cuadras mas lejos de la cafetería se encontraba un bar, cuando entro al lugar, Myungsoo solo quería un par de copas con las cuales emborracharse hasta olvidar todos los escándalos en los que en ese mismo momento estaba metido, no se esperaba ni en sueños que precisamente ese bar sea uno de strippers.
Iba a salir de inmediato de aquel lugar, no tenia ánimos de hacer nada más que beberse muchas copas, pero justo cuando se daba la vuelta una figura conocida lo detuvo. ¿Acaso había visto mal, o le pareció ver a su bonito mesero en ese mismo bar?
Volvió a mirar en esa dirección pero ya no había nadie, buscó mejor con la mirada y lo hubiera seguido haciendo si no fuera porque las luces del bar se apagaron por completo y se centraron en un escenario en medio del local, a los pocos segundos subió una chica vestida sugerentemente y una música sensual resonó por todo el lugar, ella empezó a contonearse al ritmo de la música mientras los espectadores lanzaban silbidos y algunas palabras indecentes. Se quedó observando, parado en su lugar, hasta que una de las meseras que atendía en el bar lo invitó a sentarse en uno de los sillones de la zona delantera, Myungsoo no tenía ni el mas mínimo interés de acercarse a ese escenario siquiera, pero la mesera era tan insistente que terminó por llegar hasta el sillón y sentarse.
Pidió un trago, dos, tres, cuatro... dos horas habían pasado ya y Myungsoo seguía pidiendo sin parar las bebidas, notablemente ya estaba ebrio, pero el solo se sentía más animado y se unía a la bola de silbadores. Claro que él no se volvía loco como los demás espectadores cuando una de aquellas señoritas empezaba con el striptease, pero eso no negaba que si se encontraba silbando en algunas ocasiones.
La música cambio a una un poco mas movida, indicando que otra de las bailarinas iba a subir al escenario continuando con el show, se acomodó mejor en el sillón, las actuaciones ya se le estaban haciendo repetidas así que ya no le veía la emoción, hasta que él subió.
Ciertamente había estado esperando por que una chica mas hiciera su presentación, pero quedo sorprendido nuevamente al ver a un chico con un antifaz en el escenario. Los gritos y silbidos de los espectadores se hicieron más vehementes, algunos de ellos incluso se pararon de sus sillones para acercarse al escenario y ver de cerca, Myungsoo solo prefirió acomodarse mejor en su asiento. La música subió de volumen y el muchacho empezó a bailar, sus movimientos eran tan sensuales, tan seductores, esa forma de mover las caderas, esa forma tan pecaminosa de menearse, su mirada felina a través del antifaz mientras mordía su labio inferior... Y entonces Myungsoo lo notó. Myungsoo había visto ese par de ojos y esos labios en algún lado, ¿Pero dónde?
Cuando el bailarín abría el botón de sus ajustados pantalones (Que por cierto le marcaban demasiado las piernas y el trasero) dirigió su mirada hacia la zona en la que se encontraba Myungsoo, y este al verlo titubeo un poco con sus movimientos.

CENNET [Paradise-MyungJong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora