Dos meses pasaron desde que Dante se fue a Londres. Me llama cada noche y hablamos por horas. El juicio por el testamento de mi madre salió a mi favor. Kario se fue furioso y sus amenazas me dejaron un mal sabor de boca. Leónidas comenzó a trabajar en el área creativa y debo reconocer que es muy bueno en lo que hace. Dejo de ser el inútil mujeriego que andaba de fiestas con mi padre y trabaja tanto como los demás. Incluso empezó a salir con una delas chicas de recepción. La chica que había salido corriendo cuando llegue esa tarde a la oficina de Kario. El la había amenazado con que si no le daba sexo oral la despediría y ella estaba mortificada porque tenía un niño pequeño y el padre del chico la había dejado a su suerte. Era una buena chica y trabajadora. Me alegraba que Leónidas y ella se entendieran. Despedí a la mayoría de las zorras que había contratado Kario porque eran solo eso zorras. Otras chicas como Maguie la recepcionista de la lima de uñas me pidió una oportunidad y resulto ser excelente en su trabajo dejando el cuidado de sus uñas para después del horario laboral.
Hacia quince días que un investigador había ubicado a mi padre precisamente en Atenas. Le había enviado la carta y solo esperaba lo que el decidiera.
Había terminado de hablar con Dante. El nuevo ceo de Londres estaba preparado y la mayoría de las propiedades en Londres vendidas. En una semana el estaría de vuelta. El intercomunicador sonó y Maguie me anuncio
_ Atenea un caballero quiere verte_ dijo
_ hazlo pasar_ dije distraída pensando que era alguno de mis clientes.
Unos segundo después la puerta se abrió y ante mi apareció un hombre de unos 50 años, alto guapo y elegante. Con el cabello castaño oscuro y ojos azules iguales a los míos. Me pare lentamente y me acerque a el mientras él me miraba con los ojos llenos de lágrimas y susurra
_¿ hija?_
_ papa..._ digo y me arrojo a sus brazos sintiéndome una pequeña niña. Su aroma me envuelve y me siento a salvo, me siento en los brazos de mi verdadero padre. Después de un rato en el que lloramos y el acaricia suavemente mi pelo nos sentamos tomados de la mano en el sillón.
_ eres igual a tu madre pero tienes mis ojos pequeña..._ me susurra acariciando mi pelo y despejando un mechón de mi frente
_ Lamento tanto que no llegaran a encontrarte papa..._ le susurro entre lágrimas y el me abraza de nuevo.
_ jamás la olvide... pero la vida me llevo por un camino difícil, la empresa, mis obligaciones, después supe que estaba casada con ese idiota de Kario... el siempre la codicio, siempre estuvo celoso de nosotros..._ dijo con voz herida
_¿ conocías a Kario?_ pregunto sorprendida
_ese bastardo era mi amigo, o creí que lo era hasta que supe que fue el quien le dijo a nuestros padres que nos veíamos a escondidas, mis padres y los de Petra se odiaban, una contienda vieja por poder y riquezas que llego hasta nosotros..._ dijo con dolor
_ como unos modernos romeo y Julieta_ susurro
_ Algo así... pero a diferencia de ellos nuestro amor dio un fruto, un fruto hermoso Atenea. Cuando me llegó la carta averigüe todo lo que pude sobre ti y déjame decirte que estoy orgulloso de la mujer que eres, tan fuerte, tan bella por dentro y por fuera, no quería llamarte, quería directamente venir y abrazarte con fuerza_ dijo atrayéndome a su pecho luego
_¿ cuánto tiempo vas a quedarte?_
_ no tengo tiempo límite, mi empresa está bien manejada por mis mejores hombres y decidí tomarme un largo tiempo para conocer a mi hija_ y mi sonrisa llego a mi pecho sintiendo la calidez del verdadero amor.
No tenía reuniones en la tarde así que nos fuimos con mi padre a mi casa. Le mostré todo y estaba impresionado. Luego cenamos juntos él me hablaba de su relación con mama. Como se conocieron, como se enamoraron, como se veían a escondidas y lucharon hasta el último momento en que a él se lo llevaron a Grecia.
_ no sé porque nunca me envió la carta, sospecho que tu abuelo tuvo mucho que ver en eso, el me odiaba y debió saber que tú eras mi bebe por eso la obligo a casarse con Kario para poner más trabas a todo esto..._ dijo con tristeza
_ Lamentablemente mama no está para preguntarle, pero al menos se que en el cielo estará feliz de que estemos juntos_ el acaricia mi mano paternalmente
_ te pareces tanto a ella, su pelo, su nariz, incluso ese lunar sobre tu mejilla_ dice con los ojos humedecidos y se queda mirando el mar entristecido
_¿ quieres ver fotos de cuando era pequeña?_ le pregunto para
_ claro que si Nea_ me dice y sonrió
_ Mama también me llamaba Nea y Dante también lo hace..._
_mmm... así que Dante Green..._ suspira y me mira con ojos achinados_ tengo que conocer a ese chico_ yo me rio con una carcajada, los celos protectores de mi padre me dan ternura
_ no es un chico papa, es un hombre y lo conocerás en unos días cuando llegue de Londres_
En el estudio le muestro los álbumes, en casi todas las fotos solo estamos mama y yo Kario aparece muy esporádicamente y siempre tiene cara de fastidio
_ El idiota sabia cuanto amaba a tu madre por eso cuando supe que se había casado con ella años después quería romperle la cara_
_ ¿porque no la buscaste? Cuando supiste que ya estaba casada_
_ Porque yo también estaba casado, un trato de mi padre con los dueños de un astillero importante Nerea era una buena mujer, no me dio hijos, no podía, pero hizo lo imposible por hacerme feliz, ella estaba enamorada de mi pero siempre supo que no había olvidado a Petra, trate de hacerla feliz y buscar a tu madre era faltar a mi palabra no con mi padre porque no me importaba pero Nerea no lo merecía, ella murió de cáncer de mama hace dos años atrás más o menos para el tiempo que falleció Petra, pero en ese momento no lo sabía , sus últimas palabras fueron " búscala y se feliz, tú me hiciste feliz" pero cuando empecé a averiguar de tu madre ya había fallecido y el dolor me embargo, creí que eras hija de Kario, no te guarde rencor, no era tu culpa pero era doloroso, si hubiera sabido que eras mi hija te hubiera buscado antes Nea te lo juro_ me dice con dulzura y lo abrazo
Un momento después me llama Dante por teléfono y sonrió
_ mi amor_ le digo_ hay alguien aquí que quiere hablar contigo_ digo con una sonrisa y le paso el teléfono a mi padre dejando a Dante confundido
_ señor Green, un gusto soy Aristóteles Stabros y quiero saber sus intenciones con mi pequeña_ sonrió ante la frase, y mi padre me guiña el ojo con complicidad.
