Pequeñas historias.

Amor suicida.

Salgo de la universidad, era muy tarde, ya había oscurecido. Me subo a mi auto para irme a mi casa. Ese maldito auto no arranca, no lo puedo creer. Es muy tarde, ¿en que me iré? Salgo del auto y me quedo en la puerta, saco mi teléfono para llamar a alguien. De repente se para un hombre en una moto, parecía muy joven y al decir verdad muy muy guapo, lo único que me faltaba, que me roben.

-¿Quieres mi auto? agárralo, fíjate si puede arrancar. - le respondo, estaba de mal humor y no tenia ganas de lidiar con un ladrón.

-Bueno, al parecer no te importa si puedo ser un asesino o un psicópata - responde sacándose el casco, esos ojos verdes y ese pelo medio largo, castaño claro, casi rubio. Por dios que perfecto era, en esa moto y con esa chaqueta de cuero, se le notaba ese físico, no puedo creer como le pude hablar.

-Al decir verdad, no, no me importa, es lo menos que me importa ahora. Hoy llegue tarde a clases, el profesor me reprobó y me castigo, no comí nada en todo el día, me pelee con una muy mala chica, y salgo a las 10.00 de la noche, mi auto no arranca y viene un ladrón, modelo, psicópata que me toma el pelo.

-Uuu que mal día te toco bonita.

-No, te parece.

-Tu suerte cambio ahora, ¿Te llevo algún lado rubia?

-No, no gracias.. Lo único que me falta es que me secuestre un desconocido y después aparecer muerta por algún lado - respondo sarcásticamente.

-Jaja, que dura eres, no te pasara nada. Vamos, no tienes opción. No hay autos a esta hora y ademas el bus es mas peligroso. - tenia razón, era mas seguro ir con el que con locos en un bus.

-Dale bonita, te llevare a comer - dice con una sorisita de costado , que hermosa sonrisa.

Me subo en la parte trasera de la moto.

-Agárrate - me dice levantándose la remera ara que me sostenga de sus abdominales.

-No, de acá esta mejor - le dijo agarrándome de el caño detrás de la moto, con mi sonrisa.

Me mira y sonríe, arranca la moto y se detiene enfrente de un McDonald. Bajamos los dos y le dijo:

-No hace falta, en mi casa tengo comida.

-No importa, tu invitas - dice con sonrisa picarona.

-Tu me invitaste.

-Yo pongo la moto, tu la comida bonita - dice entrando al negocio.

-Idiota - suspiro.

Entra al negocio creyéndose el dueño del lugar, unas chicas que había ahí lo miran con deseo, para mi gusto, unas desesperadas. Pedimos la orden, pago y vamos a buscar un lugar. Nos sentamos cerca de esas jóvenes.

-Parece que te están buscando - le digo revoleando los ojos hacia las chicas.

Sonríe maliciosamente, voltea para mirarlas y les dice:

-Disculpen, están incomodando a mi novia.

Suelto una carcajada y lo miro con una sonrisa, conversamos, es muy gracioso. Cuando terminamos de comer nos levantamos para salir del negocio, subo a su moto y me dijo:

-¿A donde la llevo princesa?

-A la calle ............................. es un edificio - le dijo sonrojada.

Arranca la moto, yo estaba disfrutando esos pectorales, por dios ese cuerpo, ese trasero tan perfecto.

Me deja en mi departamento y me da un beso en la mejilla.

-¿A que hora vengó mañana? - pregunta mirándome.

-No sé. Yo no te invité.

-Bueno pues invítame - me dice con esa sonrisa de costado.