Pequeñas historias.

.♥ El club de los incomprendidos ♥.

Me acabo de mudar de Sevilla a Madrid, es un cambio muy grande .Tus padres te dicen que sigas tus sueños y luego te mudan de un lugar a otro, yo lo llamo secuestro. Te dicen que el amor es para siempre y luego se separan y se insultan. 

Me llamo Valeria, tengo 16 años y me mudo con mi madre por que ahora se le ocurrió abrir un bar. Y por su desicion nos tuvimos que mudar, nueva escuela a mitad de trimestre, rehacer nuevos amigos. Extraño a mi padre, se separo de mi madre y no lo veo desde hace tiempo. Mi madre esta loca y me arrastra con su locura.

-¿Este es el lugar?

-Si, ¿te gusta? - pregunta mi madre

-Ayy.

-Señora, vino tarde - dice un hombre enfrente del bar.

-Si, lo siento, me retrase.

-Dejaron un paquete de un tal Antonio Benegas.

-Papa! - grito y entro al bar.

Era una moto, celeste cielo y con unas alas pintadas en el casco,muy hermosa. Subo y la estreno dando una vuelta en la nueva cuidad, no estaba tan mal.

Vuelvo al bar, mama dice que ay que limpiarlo un poco y se podrá inaugurar, tenia que ir a mi primer día de clases en esa escuela.

Todo fue bien, al menos eso parecía. Salgo del colegio y voy hacia mi moto que se encontraba en el estacionamiento escolar. Y veo una chica sentada en mi moto con dos chicas mas, morocha y con una horrible cara.

-Disculpa.

-¿Que quieres? - me contesta de mala manera.

-Estas sentada en mi moto, quiero que te corras.

-Y esa ropa, que eres granjera o que, jaja.

-Y si lo soy es mi problema.

Viene y me enfrenta, la enfrento y me empuja, la empujo y empezamos a pelearnos. Sale el director.

-Las dos a mi oficina!

Ese grito, habla con mi madre. Al terminar de hablar mi madre me dice que valla a un club despues de clase, como castigo.

-¿Y si no quiero ir?

-Te la moto.

voy a ese club. Y veo a cinco chicos, uno era muy guapo, otro parecía asustado, otra se la veía muy tímida, una deportista y la otra parecía rockera y se veía muy viva.

-Bueno, hoy todos se presentaran y compartirán sus gustos, para ver que piensan cada uno del otro. Con esta pelota, se la pasan a un compañero y dicen sus adjetivos de el o ella, empiezas tu Valeria - dice el profesor.