El Chofer

Capitulo 5

Después de encontrar el botiquín tome gasa y algo de alcohol y comenze a limpiar la sangre el solo gritaba del dolor y ardor, pero de un momento a otro me miraba fijamente y yo hice lo mismo, me perdí en su mirada mientras comenzábamos a acercarnos

Nos acercábamos cada vez mas que ya sentía su respiración ligada con la mía, hasta que...

—Espere Señorita esto no está bien —Interrumpe Tomas el mágico momento (magnifico)

—Si si tienes razón, disculpa no debí... —Le digo con un tono algo triste la verdad

—Nono es mi culpa yo me deje de llevar

De repente se oyó una puerta

—Mi niña ya llegue, ¿Dónde estás? —Era mi nana ya había llegado

—Es la señora Carmela —Tomas se levantó y estaba nervioso,

Claro ¿y cómo no? Si mi nana entra y lo ve aquí solo conmigo se imaginara cosas que no son

—Tranquilo, escóndete en el baño esta por allí —Le señale donde quedaba

—Mi niña ábreme —Estaba en mi puerta y le abrí

—Hola nana ¿Qué pasa? ¿Dónde estabas?

—Estaba haciendo las compras, mira te traje tus cosas, iré a llevarlas al baño

AL BAÑO NO PENSE!

—ESPERA ESPERA!, no te preocupes yo lo puedo hacer —Dije rápidamente

Mi nana me miro extraña, pero dejo las cosas en mi cama y salió pero no antes de darme una mirada como tratando de descubrir que me pasaba

Corrí hacia el baño y Tomas estaba arrodillado en la ducha escondido, tuve que contener las ganas de reír ante divertida escena

—Tomas ya mi nana se fue —Le dije más calmada

—Qué bueno Señorita no quiero meterme en problemas

Tomas trato salir de la ducha pero se resbalo lo toma del brazo para tratar de detenerlo obviamente mala idea es un hombre y pesa mucho, caí encima de el

Trate de levantarme apoyándome de algo, pero no me di cuenta que era la perilla de la ducha ella se giró y la abrí sin querer, yo volví a caer encima de el

La ducha empezó a arrojar agua y Tomas y yo nos empapamos, nuevamente estaba en un momento algo intimo con él, nos quedamos mirando los ojos mientras el agua que por cierto estaba fría y aún seguía empapándonos

Coloco su mano en mi rostro y empezó a acariciarlo lentamente, yo solo cerraba los ojos y disfrutaba de su tacto, mi piel se puso de gallina y mis mejillas estaban más rojas que un tomate

El Comenzó a acercarse como hace un momento al igual que yo, nuestras respiraciones se mezclaban una vez más, ya sentía el rose de sus labios y no pude más necesitaba saborearlo y termine con todo, corte la poca distancia que nos quedaban en un intenso beso...

Chicas comenten, compartan la novela, delen like y siganme!.