capítulo #10 sammy triste parte 2

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Samuel pov

Recuerdo bien todo, unos años después el salió del  orfanato, no se  si lo adoptarían, pero tan sólo unas horas después de que salió, a mi me intentaron asesinar.

Estaba en viendo por la ventana recordando el momento justo en que Andrés se había ido, sabía que podría ser la última vez que lo viera, así que grabe ese breve instante en mi mente y lo plasme en una obra de arte o un simple cuadro con pinturas, como lo solían llamar los cuidadores.

Me levante entre al baño y me quede viéndome fijamente a los ojos, parecía haber un monstruo en mi. De pronto abrieron la puerta, me pareció raro ya que nadie abría esa puerta, a no ser que fueran a darme de comer, pero eso sólo pasaba una vez al día y era en la noche.

-Sigueme sammy parece que una pareja esta interesada en adoptarte. -dijo el director.

-¿Adoparme? ¿Están seguros que me quieren a mi?.

-Tu ven con migo. -dijo serio.

Me límite a seguirlo, aunque iba bastante desconfiado, pero efectivamente una pareja quería Adoparme. Estaba emocionado pero triste a la vez.

-este es el chico que ustedes están buscando, tez blanca, rubio, ojos gris claro. -dijo el director como si  estuviera vendiendo algún producto.

-nos llevaremos este. -dijo la chica de la pareja, de nuevo como si yo fuera algún producto, mi opinión no importaba.

Vi como el hombre de la pareja le dio un sobre, al parecer con dinero, al director.

Seguí a esta pareja y trate de iniciar una conversación.

-Hola, soy samuel, pero ustedes pueden decirme sammy.

Pero no obtuve respuesta. De pronto el hombre me tomó de la muñeca, me estaba lastimando. Me subieron a su auto, bello auto, y empezaron a conducir, y estuvieron así por horas, tanto que me quede dormido.

-¿te has preguntado, como ibas a morir?. -preguntó la chica de unos 35 años, tez blanca,pelo negro, y le faltaban algunos dientes.

-¿Porque estoy atado? ¿Que piensan hacerme?.

-Te sacaremos los órganos hijo, son un gran negocio. -dijo con la ternura de una madre.

Tomó un bisturí vio mi abdomen y dijo.

-no te preocupes te desmayarás por el dolor.

-¿no podrían al menos usar anestesia?. -pregunte resignado.

-claro hijito, pero no sería tan divertido. -dijo sonriendo y entrecerrando los ojos.

¿Porque seguía diciéndome hijo? Esta mujer esta loca, no puedo morir de esta manera!.

-¡Auxilio! ¡Ayudenme! ¡Por favor! ¡Ahh!. -Grite a todo pulmón.

-gritar no te servirá de nada, estamos muy lejos de la civilización, nadie podrá oírte pequeño tontito. De nuevo dijo sonriendo y entrecerrando los ojos, ya comenzaba a hartarme.

-Traje la anestesia. -dijo el hombre.

Salieron de la habitación por unos minutos, tiempo suficiente para desatarme la mano izquierda, luego ella volvió sola.

-lo siento tanto hijito tu padre no es tan considerado como yo, insistió en usar esta anestesia. 

-¡¡no soy tu hijo maldita puta!!. -le grite.

y con mi mano izquierda cambie el  curso de la jeringa clavándosela en su pecho, sólo se que cayó al suelo casi de inmediato.

Me desate lo más rápido que pude y para evitar, problemas en el futuro, tome el bisturí clavándoselo en la garganta y corriéndolo de derecha a izquierda.

Lentamente me levante con mi peor cara, parece que este era mi verdadero yo, de pronto se me escapó un sonrisa y seguido de ella una risa de locura, abrí mis ojos lo más que pude, no podía parar de reír a carcajadas y puse me puse las manos en la cabeza, movía mi cabeza de un lado a otro, para tratar de reaccionar.

-Maldito hijo de perra, te voy a matar y sufrirás como jamás has sufrido en tu miserable vida. -dijo el hombre luego de haberse lanzado sobre mi y mientras me golpeaba.

Yo no paraba de reír, y de pronto detuve uno de sus golpes con mi mano izquierda, deje de reír, mis labios estaban demasiado serios, pero mis ojos seguían tan abiertos que parecía un psicópata, ¿o lo era. Entonces note miedo en sus ojos.

-Puedes decir miles de cosas sobre como matarías a alguien, pero eso no hará que se vuelva realidad, yo por ejemplo te golpearé dejándote inconsciente y luego te pasaré el bisturí de un lado de la garganta al otro, no mentiras nada será igual que quedarse dormido. -dije con una voz fría y casi como si estuviera susurrando.

-¿y si no quedara inconsciente? -preguntó asustado.

-Entonces reza porque te desmayes de dolor. -dije en su oído.

Luego lo  golpeé y se desmayo, pase el bisturí de lado a lado, tal como había dicho, me levante y camine por toda la casa, hasta que entre en un cuarto, iba a buscar algo de ropa, porque la que traía estaba llena de sangre, así que fui hacia el closet, encontré sólo un buso negro ancho que dejaba ver mi pecho, un jean azul con algunos cortes y rasgado, y par de sandalias negras para hombre, de inmediato me cambie, iba a buscar alguna bolsa para llevar mi ropa vieja por si algún día encontraban esos cuerpos, no quería dejar evidencia, y buscando vi una bolsa negra escondida en el mismo closet, la abrí para sacar lo que hubiera dentro.

Encontré mucho dinero, lo suficiente como para no tener que trabajar durante toda la vida, le di poca importancia y deje la ropa tirada en el suelo, sólo me lleve la bolsa con el dinero.

Necesitaba encontrar un auto algo con que salir de aquí, busque y busque pero fue en vano, No había ningún auto o moto.  Decidí esperar hasta la mañana, para irme.

En la mañana tome la bolsa y empecé a caminar, una vez llegue a la carretera escuche que un auto se acercaba, saque la mano para que me llevará y paro, era una chica.

-Hola, soy samuel, gracias por el aventon. -dije sonriendo.

-El placer es mío, soy Yulieth.

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