Capítulo #18 Abby y William Gray

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Andrés pov

Pero, ¿quien era ese hombre?. Había despertado la curiosidad en mi, mi piel se había erizado, sentí mi corazón palpitar cada vez más rápido. Y entonces no pude evitarlo, en un movimiento involuntario mis piernas corrieron hacia la puerta y gire la perilla de un lado a otro, pero no abría!

-¡maldición!. -dije golpeado la puerta y haciendo suficiente ruido.

-¡Andres!. -grito samuel desde atrás de las lavadoras.

-Ponte de pie y ayudame a tirar la puerta, acabaremos con esto de una vez. -dije con un tono frío!

Samuel asintió con la cabeza y se acercó, ni siquiera me dirigió la mirada, sólo camino rápido y de una sola patada tumbo la puerta como si se tratara de un pedazo de cartón. Quede estupefacto no pronuncie una sola palabra, sólo me que quede viendo sorprendido.

-¿Vienes o que?. -dijo samuel con sus dagas en las manos.

-Claro.

Salimos del cuarto con esos tennis y batas blancas, dimos algunos pasos, era un pasillo largo con sólo 4 cuartos, el de lavandería, el de limpieza, el de la electricidad, y el de seguridad.

Del último cuarto salieron 3 hombres, fue sorprendente pero nosotros no movimos un pelo.

-Así que ustedes son, samuel y andres, son famosos aquí, saben. -dijo uno de los tres hombres.

El era bastante grande de almenos unos 38 años, se le notaba muy fuerte, era calvo y con muchas arrugas en su frente, vestido con un saco negro y unos jeans azules, el otro era exactamente igual a excepción de que tenía cabello y cara de tonto, pero el otro era joven de unos 29 cabello castaño y se veía un poco flaco al lado de ellos, era de tez blanca ojos marrón, vestido con un uniforme azul de guardia de seguridad.

-¡A por ellos!. -dijo el joven y flaco.

-Van a sufrir mucho, les sacare los ojos, los descuartizare y se los daré de desayuno a los niños del orfanato. - dijo el calvo.

El otro lo siguió, Iba justo detrás de el.. Saque mi sable y a los tres pasos que estaba el de mi, le corte el cuello. Salía sangre mientras el caía al suelo de rodillas con las manos tratando de alcanzar su garganta, el otro dio un paso atrás, sus ojos se abrieron como si nunca hubiera visto como alguien moría. Yo tenía mi cabeza en alto y a pesar de que el fuera más grande yo lo veia desde arriba, me acerque lentamente a el sonriendo y el seguía caminando hacia atrás.

-no seas cobarde maldito gordo. -dijo el joven.

-no soy cobarde, no estoy gordo. -dijo el gordo con furia y corriendo hacia mi.

Aliste mi sable para matarlo, pero de pronto sólo cayó al suelo aunque la fuerza que llevaba al correr lo arrastró hasta mis pies, entonces vi una de las dagas de mi hermano, que pinche miedo, ni siquiera yo lo vi. Quite el cuchillo y se lo di a sammy.

-buen trabajo. -le dije a sammy.

-tu no estas tan mal hermano. -respondió.

Aquel joven saco una pistola de su bolsillo trasero. Mis ojos de nuevo se abrieron, mi corazón palpitaba más rápido a cada segundo, mis músculos se pusieron flácidos, y mis pupilas se dilataron, no vamos a morir acá, todo paso como en cámara lenta, mientras saque una de mis pistolas, me tire al suelo, quite el seguro y Hale el gatillo mientras apuntaba a su cabeza.

¡Ahhh! Se oyó un grito de dolor. Le había dado en un hombro, apenas el soltó su arma, pero no murió... Con su otro brazo cubrió la herida tratando de evitar la hemorragia. Me acerque a el y lo golpeé con la rodilla en la cara, rompi si nariz.

SammyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora