Capítulo 3

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Corrí hacia el baño, arreglé mi cabello y lavé mi cara, tratando de ocultar mis ojos llorosos. Cuando salí, Brooke me estaba buscando desesperadamente.

-Molly, te busqué por todas partes- dice abrazándome muy fuerte. 

-Brooke, solo pierdes el tiempo conmigo, mira a tu alrededor hay un montón de personas y tú estás aquí abrazando a esta perdedora- dije mirando el piso de la escuela.

-Bien, entonces abrazaré todos los días a esta perdedora. Yo solo la quedé mirando casi sonriendo. 

-Vamos, Molly quiero ser tu amiga ¿Puedo?

- Asentí haciéndole saber que es un sí. 

-Escuché a la secretaria llamar mi nombre, dijo que el director quería verme. Fui hacia su oficina, Brooke me dijo que esperaría por mi en el aula. Al llegar me dio una noticia que cambiaría mi vida... otra vez. Dijo que mi hermano se encontraba en un grave estado. Había sido atropellado mientras él... No terminé de escucharlo mi mente se tornó blanca, salí corriendo quería ir a verlo solo quería estar con él.

-Al llegar veía a las personas correr de un lado a otro, me acerqué y vi a mi madre sentada junto a la sala de operaciones, en su cara notaba la preocupación y lágrimas, miles de lágrimas.

-¡Mamá! - grité alzando la mano y corriendo hacia ella.

-Molly, pequeña- Me abrazó y lloramos juntas.

-Pasamos mucho tiempo esperando, para nosotras cada segundo era eterno. Veíamos como las enfermeras salían y entraban de la sala, eso nos angustiaba más. Nadie nos quería dar información, nos decían que nos tranquilicemos porque muy pronto íbamos a tener información. La palabra "tranquilizarnos" no estaba en nuestro vocabulario dentro de una situación como esta. No podíamos soportar la idea de que un inocente niño esté postrado en una cama, con doctores a su alrededor.

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