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"Lauren"

Estos meses han sido de lo mejor, me he dado cuenta de todas las cosas que me he perdido al escuchar música todo el día leyendo libros románticos llenos de cursilerías, acostada en mi cama. Matthew me ha enseñado lo bello que es la vida, sin escuchar lo que las demás personas dicen, solo somos el y yo. En la preparatoria, todo ha ido mejorando, mis calificaciones (sorprendentemente) han salido altas, las personas me siguen molestando, por cómo me visto o tal vez por lo de mis padres, pero los he ignorado, y según Matt eso es bueno.

Iba caminando por los pasillos, los alumnos en sus casilleros o simplemente hablando entre ellos. Algunos todavía me veían con algún desprecio, aunque hasta este punto, creo yo, ya no me importa. Me dirigí hasta el casillero número 74, y tape los ojos de mi novio.

—¿Quién soy? —trate de imitar la voz de un hombre. El solo soltó una pequeña risita.

—Mmh, ¿tal vez un alíen? —dijo con un tono divertido en su voz.

—Claro que soy un alíen, ahora voy a comer tus sesos. —dio una carcajada y quito mis manos de sus ojos volteándome a ver.

—Bebe. —me miró a los ojos y tomo mis manos.

—¿Mande?

—Los alíens no comen sesos, esos son los zombies. —ambos reímos.

—Como quiera te comeré. —alzó sus cejas con una mirada pervertida en sus ojos y sonrisa. —¡Matthew! —trate de contener mi risa, pero fue imposible.

—¿Qué? Si me quieres comer, no te detendré. Aunque sí tú no lo haces, yo te tendré que comer a ti. —inmediatamente me sonroje peor que un tomate. Diablos, pensé.

Me atrajo hasta su cuerpo, pegándome completamente a él. Me dediqué a ver sus facciones, nunca lo había visto así, tan detenidamente, es un hombre muy bello. Tenerlo tan cerca de mí me hacía sentir un poco nerviosa, ¿un poco? Quise decir, mucho en realidad.

—Matthew... —no tuve tiempo de hablar, solo sentí sus labios sobre los míos, uniéndonos en un perfecto beso. Como todos los besos que me da.

—Eres perfecta ¿sabes? —susurro contra mis labios haciéndome sonreír.

—Pero, la perfección está sobrevalorada.

—Shh —me callo con un pequeño beso. —tú eres perfecta para mí.

Cerró su casillero, tomo mi mano entrelazándola con la suya y comenzamos a caminar hacia su auto.

—Te tengo una sorpresa, bebe. —hablo el, acariciando mi mano.

—¿Y qué es?

—Es una sorpresa.

bad? ✧ espinosa. (Sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora